26 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.
Corina Porro arribó a la Autoridad Portuaria con ambición. En pocas semanas, hizo anuncios, lideró proyectos y habló de futuro. Intenciones encomiables para poner patas arriba el Puerto. La institución más importante de la ciudad lo merece. Hoy, con unos datos pésimos -en parte heredados-, Porro cumple cien días en su cargo. Y ya no hay excusa que valga para levantar el Puerto: ni la herencia ni la crisis ni su próxima candidatura a la Alcaldía.