Laure tapará la banda derecha, Valerón dirigirá la ofensiva y Riki intentará cazar gol
29 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El Real Madrid instaló en el exterior del Bernabéu un luminoso en el que se contaban los días que faltaban para su centenario. En la madrugada del 7 de marzo de 2002, el aparato se estropeó. Donde tenía que marcar «0» se leía «999». El aparato anulaba así, con una vuelta atrás en el tiempo, el día que el madridismo jamás pensó vivir: unas horas antes de la avería, unos coruñeses le habían levantado la Copa a los blancos.
Aquella noche del 6 de marzo del 2002 el primer proyecto galáctico de Florentino sufrió su primer gran revés. En el 2004, al perder otra final de Copa, esta vez con el Zaragoza, se desmoronó. Florentino ha vuelto con el mismo argumento que entonces, pero más acentuado: la chequera. Así que hoy el Dépor se encontrará en su estreno liguero al Madrid más lujoso de la historia: 249 millones se ha pulido mientras que los blanquiazules se reforzaban con 100.000 euros.
Las condiciones de partida no son las mismas que en el Centenariazo. El Dépor vive en economía de guerra, y su plantilla ya no es un grupo con estrellas. Lo mayoría solo han visto de cerca a Cristiano Ronaldo en el Cuore, la revista más leída en las expediciones coruñesas. Pero para Lotina se trata de «un gran grupo», como lo han demostrado los resultados de los dos últimos años. El técnico está convencido de que sus humildes futbolistas podrán demostrar hoy que hay vida inteligente (de la futbolística) más allá de la galaxia.
El vizcaíno juega con las cartas boca arriba. El entrenamiento de ayer acabó con los once que saltarán hoy al Bernabéu sobre el césped de Abegondo. Hicieron un círculo al final, en plan invocación colectiva (¿quizá al espíritu del 2002?). Serán los mismos que el domingo ganaban por 0-2 al descanso en Pamplona excepto Colotto, por el que entra Zé Castro, que no pisó el Reyno de Navarra por lesión. En la puerta, Aranzubia. En los laterales, dos ex vikingos: Filipe y Laure. Lopo y Zé Castro, contundencia y elegancia, en el eje de la zaga. El muro sigue unos pasos más adelante con Juan Rodríguez y Juca. En las bandas, Pablo Álvarez entra por el lógicamente descentrado Lafita; la otra la corre Guardado. La mediapunta y la batuta, para Valerón. Arriba, el cazador Riki, otro ex merengue.
El Madrid sufre dos ausencias notables en defensa: Ramos, con problemas físicos, y Pepe, convaleciente de su kilométrica sanción. Los suplirán el ex deportivista Arbeloa y Metzelder, quizá el único punto débil del nuevo Madrid galáctico en su estreno.