El anuncio del PP de cambiar el Plan Xeral de Urbanismo ha despertado la reacción inmediata del gobierno municipal.
El teniente de alcalde, Santiago Domínguez, calificó ayer de «esquizofrenia política» la actitud de la oposición municipal y aseguró que si el plan no se está desarrollando no es porque no sirva, sino por la crisis económica. «Eu falo cos promotores inmobiliarios e din que cando as entidades financeiras abran máis o grifo, edificarán».
El concejal no entiende que con el trabajo que ha dado la elaboración del documento durante siete años, ahora se pretenda empezar otra vez y se intente meter a la ciudad en «el fregado» de quedarse sin plan, máxime, dice, cuando el PP aseguró que mantenía las mismas alturas y zonas verdes de la propuesta anterior.
Para Domínguez, esta es la carta de presentación de Corina Porro, que consiste en la paralización de proyectos.
En el mismo sentido se pronunció el concejal de Urbanismo, José Manuel Mariño, para quien el PP pretende llevar de nuevo a Vigo a la ilegalidad urbanística, algo que, a su juicio, a estas alturas está completamente superado, una vez aprobado el nuevo PXOM.
El responsable municipal entiende que la oposición del Concello «pretende que os vigueses paguen os favores que eles lles deben aos amigos. So así se entende que lle dediquen tanto tiempo a un asunto que non é un problema para esta cidade». Según Mariño, nadie comprendería que se paralice un plan en marcha y destinado a todos los ciudadanos para elaborar otro pensando en los especuladores.
En respuesta a otras críticas lanzadas por el portavoz del PP, José Manuel Figueroa, el representante del PSOE asegura que Zona Franca trabaja en la actualidad para desarrollar todos los ámbitos de suelo industrial que le fueron atribuidos.
El PP anunció esta semana su intención de modificar el PXOM vigente desde hace un año por considerar un fracaso su puesta en marcha.