Tentaciones de disolución en la agrupación del PSOE vigués

VIGO

Miembros de la dirección de Abel Caballero quieren que sea una gestora la que dirija el partido y haga las lista de las municipales

20 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Miembros de la dirección del PSOE vigués han advertido a los integrantes del sector crítico que cada vez son más numerosos los que en la cúpula del partido en la ciudad están persuadidos de que la única manera de poner orden en sus filas es la de disolver la agrupación en cuanto haya una excusa que soporte dicha medida, como ocurrió cuando se hizo candidato a Ventura Pérez Mariño. Por ello, los que ven como cada vez se acerca más la posibilidad de que Abel Caballero opte por sugerir a la dirección del PSOE que disuelva la agrupación y forme una gestora solo del sector oficial, piden a los críticos que bajen el nivel de sus reproches para no propiciar una excepcionalidad que permite dejar de convocar asambleas, que la militancia pida cuentas o que se someta al examen de los afiliados la composición de la candidatura para las elecciones municipales.

Ese es uno de los principales temores de los que sin alinearse con los críticos ven cada vez de manera más clara que su papel en la dirección del partido es el de meras comparsas. Quieren estar en la próxima corporación, pero saben ya que eso va a ser imposible, por que la intención del alcalde es cerrar todavía un poco más su lista para hacer un grupo más identificado aún con sus doctrinas. Pero mientras hay vida hay esperanza y por eso no quieren que los críticos den motivos para echar el candado a las asambleas y que sea una gestora la que decida en solitario la composición de la candidatura.

Lo curioso de la situación del PSOE vigués es que mientras al regidor le molesta que los críticos de su partido en la ciudad muestren en público sus desacuerdos, él pidió el viernes ante el comité nacional de los socialistas gallegos que haya una mayor apuesta por la pluralidad en el PSdeG. Enseguida le recordaron en Santiago que reclama para la formación gallega lo que él trata de evitar en Vigo, pero fue aún más evidente cuando en una intervención se le acusó de amparar el «tongo» en las asambleas viguesas y de cargar contra todo el que no está de acuerdo con sus tesis.

Caballero, que baja unos centímetros la bandera localista cuando sale de Vigo, dulcificó en el encuentro de Santiago su postura contraria a la fusión de las cajas, aunque abogó por un PSOE municipalista donde los alcaldes sean protagonistas, al menos hasta las municipales. Su propio sobrino, Gonzalo Caballero primero, y Manuel «Pachi» Vázquez después, recordaron que cuando el PSdeG optó por esa vía dejó de gobernar en Galicia durante 15 años. En todo caso, el alcalde vigués, pese a no estar muy secundado en el comité nacional, gana poder interno porque el PSdeG cada vez está más partido.