Los vigueses votan el fin de la película

VIGO

Cesáreo Gónzalez presestrenó en febrero de 1957, en el cine Fraga, «El batallón de las sombras» y dejó decidir a sus conciudadanos el desenlace del filme

17 feb 2010 . Actualizado a las 11:30 h.

Lo infrecuente en el mundo del cine ocurrió el 15 de febrero de 1957 en Vigo. El director vigués Manuel Mur Oti y el productor, también vigués, Cesáreo González decidieron realizar el preestreno de la película El batallón de las sombras en el Cine Fraga. Hasta aquí todo parece dentro de la lógica, atendiendo al origen olívico de ambos personajes. Lo que sorprende es que el director y el productor pasaron dos versiones de la misma película, en las que cambiaba el final del filme. Mucho más sorprendente es que propusieron a los ciudadanos vigueses, que acudieron a la velada cinematográfica, que votasen la versión que más les agradara. Para ello, instalaron unas urnas en el vestíbulo del cine de la calle Uruguay para que los espectadores diesen su opinión al concluir los pases cinematográficos.

Una de las versiones tenía un final dramático, que incluía la muerte del protagonista. La otra, más sencilla, dejaba entrever la muerte «sin la dura prueba de ver morir», se decía en la prensa de la época. Las votaciones se inclinaron por la primera versión, que también era defendida por el propio director. «Creo que el público de Vigo reflejará mi propio sentir, por algo soy vigués», afirmaba Manuel Mur Oti en El Pueblo Gallego . La recaudación de este preestreno se destinó a las Hermanitas de Ancianas Desamparadas y a las Damas del Apostolado del Sagrado Corazón.

«Calle Mayor»

El preestreno de El batallón de las sombras , una película calificada posteriormente de misógina, se incluía en la XIV Gala de la Prensa. Cesáreo González estuvo durante varios días en Vigo, acompañado por algunas de las estrellas de las películas seleccionadas para la gala de la prensa. El 14 de febrero se proyectaba, en el Cine Fraga, Calle Mayor , de Juan Antonio Bardem. La película fue presentada por el productor vigués y por José Suárez, protagonista masculino del laureado filme. Antes, los asistentes a la proyección tuvieron que ver el preceptivo No-Do y escuchar un pequeño concierto de órgano a cargo del maestro Jané. Al día siguiente, se proyectó Camelia , de Roberto Gavaldón, protagonizada por Jorge Mistral, también presente, en esta ocasión, en el cine García Barbón. En el Cinema Radio también se pudo ver La faraona .

El grupo de actores y actrices presentes aquellos días en Vigo se completaba con Amparo Rivelles, un joven Vicente Parra, Alicia Palacios y Paquita Rico, única que no incluida en el reparto de alguna de las tres películas de la gala. La expectación fue máxima, tanto a la puerta del Gran Hotel, donde se hospedaban las estrellas del cine español, como en los dos cines seleccionados para acoger los pases.

El 16 de febrero, la empresa de espectáculo Fraga ofrecía un almuerzo a los ilustres visitantes en el Gran Hotel. Acudían a la comida el alcalde Tomás Pérez Lorente, el subdelegado del Ministerio de Información, Álvaro Díaz, el presidente de la Asociación de la Prensa, Gonzalo Rey, y varios periodistas de la ciudad. Cesáreo González se mostró agradecido por la acogida recibida por parte de sus conciudadanos. «Rota la leyenda del Vigo frío por ser industrial con estas pruebas que nos ha estado ofreciendo de su interés y cariño hacia el cine nacional, he de decir que si antes estaba contento de mi tierra, ahora lo estoy más que nunca», dijo el creador de la original Suevia Films.

El alcalde, por su parte, volvió a insistir en la necesidad de que la ciudad contase con una semana del cine, aunque no hizo nada para conseguirlo. Por su parte, Mur Oti, en una entrevista, reconocía que le gustaría que pusieran una placa en su casa natal, en la calle del Príncipe.