Moaña sopesa celebrar bautizos civiles ante la petición de un vecino

J. Santos

VIGO

24 feb 2010 . Actualizado a las 12:38 h.

El alcalde moañés, el nacionalista Xosé Manuel Millán, dice que está estudiando la posibilidad de implantar en el Concello de Moaña el llamado «acollemento civil», la modalidad laica del bautismo, en la que los padres y los padrinos asumen formalmente, en un acto público, el compromiso de velar por la educación del pequeño y defender los derechos de los niños siguiendo los principios proclamados por la ONU en 1959.

Millán recibió la petición de un matrimonio de la localidad que pretende el «acollemento civil» de su hija. Dice que está sopesando la implantación de esta forma de bautismo que ya regularon los concellos de Oleiros y Marín. Supone que puede generar polémica, por lo que pretende tratar el asunto con la mayor prudencia, dejando claro que no es un bautismo laico, sino un «acollemento civil».

Moaña no tiene ningún reglamento que indique cómo ha de formalizarse esta presentación en sociedad de los recién nacidos. El alcalde solicitó a Oleiros y a Marín los suyos, aprobados en sus respectivos plenos en septiembre del 2008 y en octubre del año pasado.

Recibió el de Oleiros, acompañado de un acta de la ceremonia celebrada el 31 de enero de este año, en la que fue «bautizado» el pequeño Hugo por la concejala María Esther Garrido ante sus padres y sus dos madrinas. La edil leyó la declaración de los derechos del niño y, a continuación, los padres y las madrinas manifestaron su compromiso de educarlo según los principios que recoge dicha declaración «e demáis normas vixentes no Estado español».

Una moda en aumento

El bautismo civil, recibimiento o «acollemento», es una ceremonia de bienvenida nueva en Galicia y en España en general, aunque sí tiene cierta tradición en Francia.

La primera celebración tuvo lugar en el 2004 en el ayuntamiento barcelonés de Igualada. Tres años después, el municipio madrileño de Rivas celebró su primer bautizo civil, una ceremonia de otorgamiento de la carta de ciudadanía.

El tercer ayuntamiento que se sumó a esta iniciativa fue el malagueño de El Borge, que se jacta de ser el primero en celebrar un bautizo civil con registro oficial.

La ceremonia más llamativa y la que propició más polémica fue la de la actriz Cayetana Guillén Cuervo en Madrid en junio del año pasado. El concejal socialista Pedro Zerolo bautizó a su hijo Leo, de 3 años. Fernando Guillén leyó un poema de Benedetti y Juan Carmona y Matilde Amaya le cantaron una nana.

Rajoy calificó el acto de «ridículo interplanetario». Acebes lo describió como una «payasada» y un atentado a los católicos. En realidad fue una celebración simbólica, ya que Madrid no contaba con reglamento para oficializar el acto.

En Moaña, un porcentaje significativo de la población opta por el matrimonio civil o por registrarse como pareja de hecho en vez de hacerlo por la Iglesia. Así, el año pasado, el alcalde y otros concejales de la corporación casaron a 29 parejas, el mismo número que el año anterior. Unas 35 se registraron como parejas de hecho, una de ellas, formada por dos mujeres.