Todavía hay una puerta a la esperanza, el 46 Rali Rías Baixas podría celebrarse si se materializan las ayudas prometidas por las administraciones a la organización. Así lo aseguró ayer Fernando Mouriño, Presidente de la Escudería Rías Baixas, que recibió estas promesas minutos antes de comparecer ante los medios en un hotel de Vigo.
El pasado jueves, la Escudería Rías Baixas convocó una rueda de prensa para anunciar la dolorosa decisión de renunciar a la organización del rali decano de los españoles. Causas económicas y profesionales de los propios organizadores motivaron esta decisión. Esta noticia corrió como la pólvora a lo largo del mismo jueves y movilizó a la afición gallega a través de foros de Internet y redes sociales, con cientos de personas que se solidarizaban con la propia escudería viguesa.
Lo cierto es que ayer viernes, a primera hora de la mañana antes de que se celebrase la rueda de prensa, Fernando Mouriño recibía tres importantes llamadas telefónicas convocándole a una reunión urgente. Desde la Xunta de Galicia, la Delegada Territorial en Vigo Lucía Molares y el Secretario Xeral para o Deporte José Ramón Lete y desde el Concello de Vigo el Teniente de Alcalde Santiago Dominguez se reunieron con el Presidente de la Escudería Rías Baixas y tras conocer la situación por la que pasa la entidad viguesa manifestaron su intención de colaborar económicamente para que la prueba se pueda llevar a buen fin.
Ante esta inesperada oferta de ayuda, el presidente y la junta directiva de la Escudería Rías Baixas acordaron aplazar una semana la decisión de renunciar a la organización del rali en tanto se materializan la forma y cantidad en la que tanto Xunta como Concello acuden al rescate de la prueba referente del deporte vigués. José Ramón Lete, el secretario xeral para o deporte, mostró su predisposición a colaborar en la búsqueda de patrocinios privados en el programa Noventa Minutos de Radio Voz.
Fernando Mouriño explicó que un rali como el Rías Baixas requiere un presupuesto de alrededor de 250.000 euros y que de momento a la escudería le faltan todavía por cubrir alrededor de 150.000, por causa de la crisis que ha mermado las ayudas de los organismos oficiales y de las empresas patrocinadoras. Y eso a pesar también del plan de austeridad que ha seguido la propia escudería que no celebrará el trecho urbano de Samil y que incluso se propone reducir a solo cuatro tramos la prueba que hasta ahora se disputaba sobre seis.