Brasil aspira a convertirse en una potencia mundial en construcción naval. Cuenta para ello con flamantes astilleros y carga de trabajo abundante, gracias a la necesidad de buscar petróleo de la brasileña Petrobras, pero le falta tecnología y eso es lo que políticos y empresarios buscarán la próxima semana en Vigo.
El desembarco de la delegación brasileña estará encabezado por el secretario de Estado de Pernambuco, una de las zonas de mayor concentración del sector metalúrgico. Le acompañarán directivos de EAS (Estaleiro Atlântico Sul) el mayor astillero del país, que acaba de botar el primer buque construido en sus instalaciones y de STX Brazil Off-Shore.
Los pedidos de Petrobras han colgado el cartel de completo en los astillero brasileños hasta el 2016. Solo EAS tiene en cartera un multipedido de 20 buques para la petrolera. El problema, según explican fuentes del clúster del naval de Galicia, (Aclunaga) es que el sector naval brasileño no tiene ni la capacidad ni la tecnología para fabricar las plataformas marinas que requieren la prospección de los yacimientos, por lo que la demandan posibles socios tecnológicos y económicos para modernizar sus instalaciones y poder llevar a cabo las obras en su país. Contactar con posibles proveedores, adquirir tecnología y establecer alguna sociedad mixta con firmas del metal vigués son objetivos marcados en la agenda de la delegación brasileña que acudirá a la feria del naval, Navalia, que se inaugura el martes 18.
La estancia se completará con visitas a los astilleros vigueses y también al puerto de Vigo, que el pasado mes de enero ya participó en una misión comercial en la zona de Pernambuco.
También recientemente las empresas gallegas del metal asociadas a Asime han cerrado inversiones para la constitución de sociedades mixtas con firmas del metal brasileñas.