Costas da luz verde al PXOM de Moaña, que tiene aún que salvar los escollos del parque industrial y Albariños
VIGO
El Plan Xeral de Moaña ha llegado a la «recta final», según indicó ayer el alcaldel municipio. La Dirección General de Costas remitió su informe y no pone objeciones. El documento, previo paso por el pleno una vez que el equipo redactor subsane las deficiencias que había detectado Patrimonio, será remitido a la Secretaría Xeral de Urbanismo de la Xunta para el visto bueno final. Sería la aprobación definitiva.
El Concello aceptó casi todas las condiciones que le impuso la Xunta en el 2008, cuando informó negativamente el Plan Xeral, pero mantuvo dos actuaciones que la secretaría Xeral había cuestionado: el polígono industrial de Cruz da Maceira y la urbanización de unos 500 chales en la costa de Tirán, en el lugar de Albariños.
El citado organismo había considerado excesiva la edificabilidad que proponía el plan y no veía justificación para los 17 urbanizables no delimitados que contemplaba. El Concello los suprimió todos, excepto el de Albariños, que pasó a ser suelo delimitado (y por lo tanto con mejores perspectivas de ejecución), aunque con la misma edificabilidad que tenía anteriormente.
La superficie ronda los 328.000 metros cuadrados. En la actualidad es suelo de protección agrícola. Su recalificación, si finalmente la acepta la Xunta, permitiría construir unos quinientos chalés.
Los promotores de la iniciativa, que formalizaron con una buena parte de los propietarios opciones de compra, presionaron el Concello para que mantuviese a Albariños como suelo urbanizable. Lo hicieron, acompañados por los afectados, con protestas en los plenos y concentraciones, contando con el apoyo implícito del PP.
El gobierno local optó por mantenerlo para recuperar la paz social, dejando la decisión última en manos de la Xunta.
El polígono industrial de Cruz da Maceira también fue cuestionado por la Xunta. El problema principal es que está ubicado en el espacio protegido Montes do Morrazo. Afecta además a cauces fluviales.
Los promotores son más de un centenar de empresarios de Moaña. El concejal del PP y diputado autonómico José Fervenza fue el primer impulsor y es propietario de 4.000 metros. Es por esta razón por la que no votó cuando el Plan Xeral fue a pleno, al igual que sus compañeros de partido Nahur Currás y Ángel González.
Los demás grupos aceptaron mantenerlo. El alcalde afirma que no hay otra ubicación posible para un parque industrial.