Uno de los robos ha alarmado a la comunidad de propietarios porque los asaltantes usaron un mando a distancia para abrir la puerta. «Quizás robaron el mando y ahora lo usan. Por eso, vamos a tener que cambiar los códigos de mil mandos y otras tantas llaves del garaje, así como las cerraduras», relató ayer el presidente Jesús Domínguez. Está previsto que los propietarios adopten las medidas a tomar en una próxima asamblea.
Otra idea que barajaron los residentes del edificio fue contratar seguridad privada pero «con la crisis, nadie quiere pagar», admite el representante de la junta. Por el momento, las cámaras sí han aumentado de cuatro a seis debido a su gran eficacia.
El cartel colgado en el garaje disimula el rostro de los supuestos ladrones para evitar problemas legales pero la policía ya tiene una base sobre la que trabajar. «Ellos se pueden reconocer por las ropas y supongo que estarán asustados porque saben que la policía está sobre su pista», afirma.
Robos en Finca do Conde
Los garajes comunitarios son un apetitoso bocado para los ladrones. La Policía Nacional arrestó a finales de enero al ourensano J.M.M.V., de 28 años, como presunto autor de varios delitos de robo con fuerza en vehículos estacionados en garajes. Actuó, supuestamente, desde noviembre en las torres de Finca do Conde de la calle Miradoiro, donde los vecinos detectaron 30 robos en sus coches aunque no denunciaron todos. También actuó, presuntamente, en la avenida Atlántida, Manuel de Castro y Castrelos. El procedimiento era siempre igual: entraba y fracturaba las lunas de los coches para desvalijarlos.