El próximo domingo El Olivo se juega en Girona su sueño de estar en la Superliga femenina. Para eso debe vencer marcando un mínimo de dos goles a un rival que ya no tiene ninguna opción de ascender. Para tratar de darles algún aliciente a las catalanas, en un mundo en el que las primas a terceros son una utopía, el Tacuense, cuadro tinerfeño que pelea por las viguesas por subir, llamó directamente al técnico del conjunto catalán, Pere Planas, para pedirles un esfuerzo final.
«El Tacuense nos ha llamado para pedirnos que juguemos al máximo. Nuestra obligación como deportistas es salir a ganar. Queremos dar lo que nos queda pero la moral está muy tocada»., admite el entrenador del cuadro gerundense. Al quedarse sin ninguna posibilidad de subir por el empate entre El Olivo y el Tacuense, las catalanas toman este encuentro «con mucha tranquilidad porque el equipo quedó muy tocado al perder en Tenerife. El objetivo es no desvirtuar ningún resultado pero sinceramente no estamos para tirar cohetes porque las chicas han quedado un poco tocadas. A este equipo se le ha roto un sueño y ahora es muy difícil levantarnos».
El sistema de competición provoca que con una derrota por la mínima en terreno canario, las catalanas después de que las tinerfeñas empatasen en Vigo ya no tienen ninguna opción de en este último partido del grupo sumar cuatro puntos. El sistema le parece injusto a Planas pero «no solo para el Girona, es injusto para los tres equipos, porque pierdes un partido y se va todo al garete».
En cuanto al estado de su equipo comentó que tienen tres bajas en defensa y con la duda de la capitana Susi que pasa por un fuerte proceso gripal. De todos modos su técnico no quiere poner excusas pero incide en que «ahora lo importante era la recuperación psicológica. Aguantamos hasta el empate del Tacuense en Vigo, y ahora la cosa se ha venido un poco abajo», concluyó.