Su amigo el ministro «Fran» Caamaño se pone serio para hablar de Justicia en el hotel de moda
16 may 2011 . Actualizado a las 14:40 h.Caballero llega eufórico al hotel Carrís tras las encuestas electorales que le encarrilan como alcalde tras el 22-M y se funde en un caluroso abrazo con «Fran» Camaño, como llama amistosamente al ministro. En el PSOE hay alegría por los sondeos. Manel Gallego, secretario general ensalza la credibilidad de la encuesta de La Voz. Carmela Silva, número dos de Caballero, asegura, afónica por el esfuerzo de los mítines, que «estoy convencida de que vamos a gobernar y que los indecisos están más proximos a nuestro proyecto». El candidato corrobora que «los ciudadanos están apreciando nuestra gestión».
Bajo el sol radiante y las vistas al puerto los cuadros coloristas de Moncho Borrajo y de Marilyn Monroe se suman al optimismo de los socialistas. Han reunido a un centenar de asistentes en un mitin en el que se habla de la Justicia. Caamaño y Caballero exhiben como logros el juzgado de lo Mercantil, el Registro y la instrucción durante 24 horas -pendiente del visto bueno del Consejo General del Poder Judicial-. No se sabe qué número de asuntos va a tramitar el juzgado permanente pero «muchas causas penales se resolverán por la noche y al día siguiente podrá celebrarse el juicio rápido», asegura el ministro. Caamaño se sienta en un incómodo taburete sin respaldo que los expertos en markéting electoral han puesto de moda en estos comicios. Como si fuera el Club de la Comedia, pero en plan serio. De chistes nada. Que la Justicia no es ningún cachondeo.