Desde que el pleno de la corporación aprobó la retirada de los letreros de Alcaldía y su sustitución por los de Concello de Vigo, Caballero ya se ha gastado 15.000 euros en nuevos carteles, según denunció ayer el grupo municipal del PP.
En concreto, la sustitución de letreros se aprobó en la sesión celebrada el 8 de septiembre, por lo que apenas han transcurrido dos meses y medio.
La oposición tiene conocimiento de la existencia de cajas con vinilos de Alcaldía en el parque central de servicios de Santa Cristina de Lavadores. También sabe de la colocación de grandes lonas en la grada de tribuna del estadio de Balaídos y de paneles de aluminio en todas las fachadas de los complejos deportivos pertenecientes al Ayuntamiento.
A la larga lista se suman papeles impresos a doble color, por tanto, con más coste, en todos los documentos que se tramitan en el Concello.
Para el concejal Antonio Bernárdez, esto no es más que un ejemplo del «ritmo despilfarrador» que sigue manteniendo Caballero, además de incumplir el acuerdo plenario. Reprocha que el alcalde vaya presumiendo de que «cumple con la legalidad y con la normativa vigente» y remita a ella, cuando no demuestra el más mínimo respeto por el pleno de la corporación al no servir de nada los acuerdos.
El de los carteles no es el único asunto aprobado en esa sesión de septiembre que no se ha llevado adelante. Tampoco se han puesto en marcha todavía los cuidadores de barrio, implantados por sus socios del BNG en el anterior mandato y retirados por Caballero en el actual.
Lo que si se recuperó fue el minibús eléctrico, aunque con diferente recorrido. Sobre la infracción que comete el vehículo en la calle Elduayen al cruzar una línea continua, Caballero aseguró ayer desconocerlo.
Respuestas
La concejala Elvira Larriba denunció también ayer que el alcalde no ha respondido a su pregunta para aclarar lo que pasará con el Instituto de Estudios Vigueses a finales de este año y con la deuda de 30.000 euros, producto de la actividad desarrollada y con cargo al convenio suscrito en el 2011. Por ello, volverá a presentar la moción al próximo pleno. La mayoría de las respuestas se solventan con evasivas en un papel en blanco sin logotipo ni firma.