500 pisos malditos abren la puerta a legalizarse

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

M. MORALEJO

La Gerencia Municipal de Urbanismo tiene previsto dar hoy vía libre a la legalización de las dos torres de Finca do Conde y de los apartoteles de Samil

02 mar 2012 . Actualizado a las 07:04 h.

Tres importantes proyectos urbanísticos sobre los que existe orden de derribo han encarrilado su situación por decisión municipal y también de los jueces. De una sola vez, algo sin precedentes, la Gerencia de Urbanismo concederá hoy licencia a los apartoteles de Samil, 180 apartamentos situados frente a la playa que estuvieron a punto de ser derribados hace un año. El requisito de que dejen de ser viviendas y se transformen en realidad en un centro hotelero se ha llevado a cabo a lo largo del último año, al parecer.

Además, este departamento ha dado finalmente licencia a una parte del complejo Finca do Conde (250 viviendas) que lleva una década pendiente de su demolición. En este caso el gobierno municipal no apostaba ni mucho menos por su legalización, pero los jueces se han cruzado por medio y han impuesto una salida. Queda pendiente el centro comercial, pero considera la concejala de Urbanismo, la socialista Carmela Silva, que esta licencia corresponde a la Xunta, aunque todo hace indicar que la solución está encarrilada.

Novedad en Castrelos

Finalmente, también parece que le puede tocar el turno al edificio de O Piricoto, en Castrelos (100 pisos) que hasta ahora parecía fuera de la fiebre legalizadora del gobierno municipal tras la aprobación del vigente Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) en agosto de 2008. Según explicó ayer Silva, el centenar de propietarios de este inmueble ha solicitado por segunda vez licencia conforme a la actual normativa urbanística y Urbanismo ha optado por tramitarla. En concreto, la decisión ha sido trasladar el expediente a Patrimonio Histórico de la Xunta, que a su vez ha reclamado la ejecución de unas catas. Sin duda, un panorama más optimista para estas familias del que tenían hasta ahora.

Indemnizaciones

También para el Concello el cierre de estos eternos procesos y el fin del riesgo de la demolición de una decena de edificios que superan en total las 500 viviendas es una tranquilidad, o debería serlo. El hipotético derribo de estos tres proyectos podría conllevar una factura de 400 millones de euros, una enormidad de dinero que haría quebrar la institución municipal.

Sin embargo, por motivos que se desconocen, el Concello ha llevado al límite la situación con Finca do Conde, convencido, seguramente, de que nadie iba a instar la ejecución de la sentencia. Con esa seguridad han tensado la cuerda para poner en aprietos al gobierno municipal de Corina Porro, etapa en la que se concedieron las licencias. También con O Piricoto renunciaron hasta ahora a explorar la vía de nueva licencia, pese a la opinión favorable de los técnicos. Y en los apartoteles realmente pueden estar contentos: es el único edificio de Vigo que realmente estuvo a punto de ser derribado, pero hoy la situación es otra.