La Policía atribuye los disturbios en la huelga a 50 radicales

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera VIGO / LA VOZ

VIGO

Javier Castro

Los sindicatos intentaron aplacar infructuosamente a los incontrolados

16 nov 2012 . Actualizado a las 21:26 h.

La Policía Nacional atribuye a medio centenar de radicales independentistas y otros sujetos «marginales y delincuentes» los grave distrubios que empañaron la imagen de la huelga general del 14 de noviembre.

Los expertos policiales señalan que «estaban completamente organizados con técnicas de kale borroka» y que su objetivo era «generar el caos» para socavar al Gobierno y a la autoridad.

Las personas que iban encapuchadas no superaban el medio centenar, pero había otras que iban a cara descubierta acompañando a los más exaltados.

La policía está recogiendo numerosas denuncias de comerciantes afectados y señala que «los daños han sido muy cuantiosos». Los actos vandálicos estuvieron dirigidos contra el servicio de recogida de basuras municipal y pequeños empresarios que están pasando muchas dificultades. «Muchos no pueden permitirse el lujo de cerrar un día porque no llegan a fin de mes», señalan fuentes policiales, que indican que intentaron pacificar las cosas y no cargaron para «no motivar más a los violentos».

El cuerpo nacional no va a efectuar detenciones de inmediato pero no se descarta que se produzcan más adelante cuando se examinen las imágenes recogidas por algunos establecimientos y se recojan las correspondientes pruebas que puedan incriminar a los autores.

Los sindicatos mayoritarios, UGT, Comisiones Obreras y CIG se desvinculan de los actos protagonizados por los radicales y han condenado los hechos. Los líderes de las centrales dejan claro que, poco antes de las seis de la tarde, cuando comenzaron a suceder las quemas de contenedores y otros actos vandálicos, decidieron desconvocar el piquete ante la cariz de los acontecimientos.

Amelia Pérez, secretaria de Organización de Comisiones Obreras, explicó que los tres sindicatos habían convocado a un piquete a las cinco de la tarde en la farola de Urzaiz. «Se nos coló un grupo de violentos e incontrolados. Vimos que había un grupo de gente muy exaltada que nos increpaban e insultaban y por eso bajamos de nuevo a la farola de Urzaiz y desconvocamos».

Manuel García, secretario del Metal de la Federación MCA de Galicia, señaló que la convocatori del piquete de la farola había tenido mucho éxito. «Estábamos allí como cinco mil personas y había familias con sus hijos». Pero «desgraciadamente se acoplaron personajes que no son del agrado nuestro y empezaron a complicar las cosas», señala el líder sindical. Los radicales venían con las caras tapadas y empezaron a entrar en las tiendas de malos modos. «Les dijimos que no consentíamos a nadie con la cara tapada y nos respondieron que ellos iban a hacer lo que les saliese de los cojones». «Hubo gente [de la organización indepdentista] AMI que nos silbaron y nos llamaron bandidos y traidores», cuenta el responsable del metal de UGT en Galicia, Manuel García.

Serafín Otero, secretario de la CIG en Vigo, también tuvo que enfrentarse verbalmente con los descontrolados que cifra entre 50 y 100 personas. Otero recalca que durante toda la jornada había reinado la tranquilidad y la policía «non foi esaxerada na sua actitude» por lo que «para nada era entendible» la actitud de los elementos que califica de «infilitrados» en el multitudinario piquete. Otero señala que «tiven que enfrentarme a esa xente e te chaman todo tipo de cousas menos guapo». El secretario comarcal de la CIG lamenta que la jornada que había transcurrido pacíficamente acabase de modo tan violento.