Juzgan al mejor vendedor de una empresa de Vigo por quedarse mercancía por 4.000 euros

E.V.PITA VIGO

VIGO

El comercial había sido premiado por sus grandes ventas y ahora se enfrenta a 2 años y medio de cárcel por apropiación indebida

10 abr 2014 . Actualizado a las 19:57 h.

El mejor vendedor de una empresa de Vigo fue juzgado en el penal número 1 de Vigo por, supuestamente, quedarse 3.960 euros en mercancías que tenía que haber entregado a 16 clientes y otros 180 euros del muestrario que no devolvió.

La Fiscalía pide 2 años y medio de cárcel por un supuesto delito de apropiación indebida. Aunque el escrito suma cantidades por valor de 4.485 euros la idemnización a la empresa queda rebajada a 3.960 euros.

El implicado, J.C.A., que trabajaba como representante comercial en Berner Montaje y Fijaciones desde enero del 2008 a febrero del 2009 tenía el encargo de gestionar pedidos de clientes y sus devoluciones y entregar mercancías a través del envío por mensajería urgente. Llevaba la sección de vehículo industrial.

El empleado, que niega las acusaciones, había recibido un premio de ventas y era un ejemplo para sus compañeros. «Cuando llegó la crisis me pedían mayor involucración en la empresa, me decían que era el que más vendía pero yo me desmotivé por las medidas que tomaban con otros compañeros y dejé la empresa con un pacto de caballeros. Me dieron una carta de recomendación. Devolví el coche, la Blackberry y tres cajas con muestras. No me quedé con dinero y mucho menos con tornillos», alegó. Dice que superaba tanto sus objetivos de ventas que los doblaba, por lo que la empresa le subió el sueldo 250 euros al mes como premio.

Su empresa lo denunció tres años después de haberse marchado de forma amistosa porque su antigua sociedad detectó que no recibió unos productos que habían devuelto unos clientes y que el acusado debía haber entregado. Y pasado tanto tiempo, él ya no guardaba los albaranes. Añade que su jefe solo le dejaba vender lo máximo posible cuando el resto de los compañeros iban bien porque así el superior cobraba la comisión. Si el mes era malo, el jefe le mandaba devolver mercancía o no le dejaba enviarlas. «El jefe estaba contento conmigo porque yo, además de tonto le hacía caso», alegó el acusado.

Su exjefe, que dejó la empresa hace un lustro, tuvo que hacer memoria. Dijo que el vendedor era el encargado de dejar la nota de abono al cliente cuando se recogiese y enviase la mercancía y negó que le diese órdenes al vendedor para que hiciese devoluciones o pasase el abono más tarde en los meses malos. No recuerda haber echado en falta ninguna mercancía y dice que cuando el vendedor se autodespidió le entregó el coche, la tartera de gasolina, el fax, herramientas de muestra y el teléfono pero ningún material.

Uno de los clientes dijo que si descubren que les falta una mercancía no la abonan y la piden a la empresa, porque ese es el procedimiento habitual.