El escritor Emilio Alonso se deshace del mayor archivo de la movida de Vigo

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

XOÁN CARLOS GIL

Ofrece la colección a entidades públicas o coleccionistas privados y sugiere que podría ser el inicio de un museo de la historia del pop rock vigués

11 jun 2014 . Actualizado a las 11:35 h.

Durante los años de la movida, Emilio Alonso, además de vivirla y disfrutarla, se ocupó de guardar todo lo que caía en sus manos relacionado con la época. Maquetas, fanzines, revistas, discos, cómics, entradas, fotos, recortes, invitaciones y numerosa documentación sobre los años más creativos del Vigo industrial conforman una completa colección que también incluye material sonoro sobre grupos gallegos y publicaciones madrileñas y vascas.

El escritor y periodista, además, contaba con su propia memoria para poder retratar un momento irrepetible de la historia local. Y así lo hizo en el libro Vigo a 80 revolucións por minuto, un destacado éxito editorial de Xerais, «con una edición de mil ejemplares casi agotada», asegura.

Aquella crónica de la década de los 80 sirvió a Alonso para sacarse de encima algo que empezaba a pesarle. «Estoy muy cansado ya del tema de la movida, me aburre y ya le he exprimido todo el rendimiento posible. Mi papel ya lo cumplí. Es una etapa que ha pasado», explica.

Así, el autor ha decidido que ha llegado el momento de desprenderse de toda la colección, que, en su opinión, podría ser el germen de un museo de la música pop rock local desde el Vigo yeyé de los 60. Por este motivo vende el material cuidadosamente clasificado a la institución pública o coleccionista privado que esté dispuesto a darle un uso apropiado a un material que es «el trabajo de muchos años».

A la pira

Alonso explica que desde que el libro salió a la luz «rara ha sido la semana en que no me han llamado para hacerme alguna consulta» y cree que el archivo merece estar al alcance público en un espacio donde la documentación pueda estar disponible para todo el mundo.

El coleccionista no aclara cuál es el precio en que ha tasado su legado, «porque eso lo tendría que tratar directamente con los posibles compradores». Por ahora solo se ha puesto en contacto con él la Fundación Novacaixagalicia interesándose por el tema, pero no han cerrado ningún trato.

El tiempo pasa y el escritor está impaciente. Tanto, que ha pensado en acabar con todo en una hoguera de San Juan y dejar que ese día, cada asistente se pueda llevar de la pira un objeto de los suyos. «Lo digo muy en serio, Hay mucha gente que está tratando de disuadirme pero estoy muy tentado de quemarlo todo, ya que está visto que en este país hay cosas que no se quieren tener en cuenta. Aquí nos va más lo de arrastrar cadáveres. La pintura gallega se acabó en Laxeiro, la escultura en Asorey y la música en la gaita de Carlos Núñez. Pues si quieren borrar diez años de la historia cultural de Galicia, que lo hagan. Yo la borro», argumenta, enfadado.

El archivo de la movida de Vigo ocupa un mueble entero de su casa, pero indica que no se trata de un problema de espacio físico. «Lo que quiero es liberar espacio en la mente», argumenta, aunque añade que se quedará con alguna cosa, como la colección de las revistas Tintimán, que tiene repetida, o una tarjeta del Kremlin, «pero vamos, que quepa en una carpeta», indica.

Grabaciones

La colección incluye grabaciones de los grupos más famosos de la movida y otros no tan conocidos pero que tuvieron también una destacada presencia en la época en la que Alonso fue espectador pero también parte activa, ya que realizó programas de radio como A Trincheira, fue coordinador de Tintimán, corresponsal en Galicia de Rock de Lux o guionista y copresentador del concurso musical Racha coas Ondas, entre otras actividades.

De su etapa radiofónica guarda grabaciones en directo en Castrelos, en Nova Olimpia o en el cine salesianos, de bandas como Siniestro Total, Golpes Bajos, Los Cafres, Moncho e Mailos Sapoconchos, Bajo en Nicotina, Os piores, Unión Penosa, y un largo etcétera que sobrepasa el medio centenar de archivos sonoros.