Top Chef: La viguesa Inés Abril salva su cuarta semana y descubre su pasión por el fuego

La Voz

VIGO

Marc eludió enfrentamientos con sus compañeros pero su equipo volvió a ser nominado para la prueba de la eliminación, tras la que se marchó Teresa

30 sep 2014 . Actualizado a las 12:32 h.

Si Galicia caldeó los ánimos de Top Chef y se pudieron ver enfrentamientos duros tras los fogones, la barbacoa americana de esta semana rebajó los ánimos. El propósito del catalán Marc, protagonista de agrias discusiones con el resto de sus compañeros, decidió en esta ocasión plegarse a las propuestas de sus compañeros para evitar líos. «Tampoco me dejaban dar la opinión», apuntó el cocinero, que fue elegido jefe de equipo por sus adversarios en un intento de que volviera a saltar la chispa.

Antes de repartirse por grupos, los cocineros se enfrentaron a una prueba en una estación de servicio en la que tuvieron que hacer gala de su ingenio. Aquí la viguesa Inés Abril no se movió con su soltura habitual. Después de quedar entre los rezagados a la hora de hacer la compra en la gasolinera, apostó por una ensalada en la que las anchoas se llevaron el sabor de todo el plato. Con esa crítica de Susi, la chef gallega quedó apartada de la lucha por la inmunidad, un beneficio al que solo se acercó pelando patatas al comienzo del programa. «Mi elaboración era sencilla, como yo misma, lo que se hay es lo que se ve, nada presuntuoso», alegó la cocinera del restaurante Maruja Limón.

Después de que el excéntrico Carlos se hiciera con el privilegio de no poder ser eliminado, llegó el turno de la prueba por equipos. Si la semana pasada les tocó cocinar para los peregrinos de Santiago de Compostela, en esta ocasión tuvieron que hacer una barbacoa para cien ciudadanos de Estados Unidos. Aunque se pudieron ver algunos enfrentamientos entre Marc y el resto de sus compañeros, porque Fran tomó las decisiones a la hora de cortar la carne y Carlos se encargó de los aliños y salsas, el capítulo transcurrió tranquilo.

En el equipo naranja, en el que se encontraba Rebeca, Marta, Peña, Honorato e Inés. Aquí la gallega descubrió su pasión por el fuego mientras preparaba las brasas para una barbacoa que estuvo dirigida por Rebeca. Sus buenas decisiones y el trabajo de su equipo hicieron que los de naranja se llevaran la prueba de grupo. Quien sacó el cuchillo rojo fue el catalán, que casi ni se inmutó. «No me he sentido mal por sacar el cuchillo rojo porque me lavo las manos», apuntó el catalán, que aseguró que se tomará la revancha en las próximas ocasiones para resarcirse por su capitanía arrebatada.