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Los amigos que Dani Rivas dejó en el mundo del motor lo guardan con cariño en su memoria
20 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«Cuando pasan estas cosas resulta imposible llegar a hacerse la idea. Es algo que dura toda la vida». Así describe Jordi Torres, piloto de Superbikes, su sentimiento al cumplirse ayer un año del trágico accidente que acabó con la vida de su amigo Dani Rivas en Laguna Seca. Todo este tiempo, sin embargo, ha pasado muy rápido para sus personas más cercanas en el paddock.
Xavi Forés, posiblemente su mejor amigo en el mundo del motociclismo, lo recuerda con la voz entrecortada por la nostalgia. «Para mí, Dani no era un compañero de profesión, era casi un hermano», afirma, antes de admitir que este año ha sido «muy doloroso». Forés cuenta que, pese a encontrarse lejos de Dani la mayor parte del tiempo por motivos de calendario, siempre se sintieron muy cerca el uno del otro. «Hablábamos por teléfono casi todos los días y resulta muy rara la idea de que eso no se va a volver a repetir», lamenta.
Aleix Espargaró, piloto de MotoGP y otro de sus mejores amigos en el circuito, está de acuerdo con Torres en que «el sentimiento de pena nunca se va a superar», y reconoce que, «pese a que, con el paso de los días, la vida va recobrando su normalidad, nunca deja de ser surrealista que alguien como Dani pueda irse haciendo aquello que tanto amaba». «Te hace replantearte hasta qué punto la balanza se inclina hacia el lado de seguir corriendo, te hace pensar si todo esto merece la pena», reflexiona el mayor de los Espargaró.
Sin embargo, el recuerdo que deja Dani Rivas es sobre todo vitalista. Jordi Torres lo define como «una persona muy alegre, puro espíritu motero», y asegura estar «contento» por no haberse dejado nada dentro y haber estado siempre cerca de él. «Incluso cuando fuimos rivales dentro de la pista, competíamos como amigos», asegura, antes de concluir que «es bonito llevarse algo así cuando pierdes a alguien».
Xavi Forés afirma que «no hay día» en que no se acuerde de su gran amigo. El gesto que ha tenido la familia de Dani Rivas, al decidir nombrar al hijo de su hermana Lorena con su nombre, lo llena de alegría. «Me hizo muchísima ilusión que, además, decidiesen cambiarle el apellido para que se llame Xavi Rivas», cuenta Forés. Bromea diciendo que «va a ser una buena mezcla» entre Dani y él, lo que «lo convertirá en un niño espectacular».
Aleix Espargaró mantiene la misma impresión sobre Dani Rivas. El piloto de Granollers lo recuerda como «una persona positiva, que siempre estaba de cachondeo», y remarca que «lo que hace falta en la vida es gente como él, con ganas de vivir y de salir adelante pase lo que pase».
Otro de los miembros de la parrilla más cercano a Rivas era el toledano Julián Simón, actual piloto de Moto2. El de Villacañas subraya que el moañés era «una persona muy cercana a todo el mundo, alguien a quien no aceptas perder». Simón pone a Willy Rivas, padre de Dani, como ejemplo de seguir manejando la situación. «Lo que está haciendo es exactamente lo que él habría querido y todos lo apoyamos al 100 %», explica, refiriéndose a la Copa Dani Rivas para jóvenes talentos que está promoviendo. Lo que está claro, un año después de que el accidente de Laguna Seca acabase con la vida de Dani Rivas, es que su recuerdo y su sonrisa siguen muy presentes en la parrilla.
Tatuaje, pegatina y señal de la cruz
El piloto valenciano Xavi Forés se hizo un tatuaje en homenaje a Dani Rivas después de su fallecimiento. Además, siempre lleva una pegatina en su casco para recordarlo. Tras el accidente de Dani y Bernat Martínez, Forés asegura haber iniciado una tradición personal. «Antes de cada carrera, cuando se encienden las luces del semáforo, me santiguo tres veces. Dos de ellas son para pedirles a los dos que me protejan. De momento lo están haciendo bien», comenta.