
El Concello estudia rescindir el contrato a Althenia por sus incumplimientos
24 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La crisis del servicio de mantenimiento de las zonas verdes de la ciudad tiene desde ayer confirmación oficial tras la queja del alcalde por la deficiente actuación de la concesionaria Althenia. Esta aceptación se produce tras meses de denuncias, realizadas principalmente por la oposición popular y por los propios trabajadores del servicio.
Según ha confirmado el propio gobierno local, el departamento de Jardines inició meses atrás un chequeo de los trabajos no realizados por la empresa, que ha valorado en unos 100.000 euros. Esta cantidad le será detraídas a Althenia de las facturas que le abona el Concello, alrededor de 4,5 millones de euros anuales.
El enfado de los responsables municipales es de tal calibre, que junto con el recorte de los pagos se ha notificado la situación a Contratación, «que valora la apertura de un expediente sancionador por deficiencias reiteradas en la prestación del servicio». Como consideran que no son hechos aislados, el Concello valora en estos momentos el inicio del proceso de rescisión del contrato «en el caso de que continúe la situación».
Paralelamente, a finales de julio, desde el gobierno local se solicitó a la empresa verbalmente la ejecución de una auditoría externa para valorar la situación de las zonas verdes de la ciudad que figuran en el pliego de condiciones «con los estándares de calidad que allí se recogen». Esta demanda se reiteró oficialmente por escrito en los primeros días de agosto.
Ante lo que considera sucesivos incumplimientos, las áreas ajardinadas de las nuevas humanizaciones que no forman parte del contrato están siendo encargadas a otras empresas. El gobierno vigués esperará a que se clarifique la situación legal de Althenia para ampliar el contrato incluyendo estos nuevos espacios a mantener, algo previsto en el pliego de condiciones.
Posible relevo
En realidad, la crisis de jardines se alarga al menos dos años atrás cuando finalizó el contrato de Cespa. La convocatoria del concurso estuvo plagada de incidencias, que originaron incluso una huelga de la plantilla para garantizar la subrogación de sus puestos de trabajo. Desde la asociación española de empresas del sector se impugnó el pliego de condiciones, que fue modificado en dos ocasiones una vez convocado el concurso.
Finalmente, la sociedad ganadora fue Althenia, pero una de las dos empresas excluidas por baja temeraria conforme a la propuesta de los técnicos municipales, Valoriza, recurrió ante el Tribunal Central de Recursos Contraactuales, que le dio la razón. La otra fue Cespa, que sin embargo no impugnó la decisión. Caballero confirmó ayer que el Concello está a la espera de saber si debe adjudicar el servicio a Valoriza. Mientras, el abandono de amplias zonas verdes de la ciudad es un hecho.