Vulcano empieza a trabajar en el ferri

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO

m. moralejo

Entre las modificaciones del proyecto inicial figura la habilitación de 52 camarotes

03 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Un mes y diez días después de anunciar la firma del contrato que acaba con cinco años de sequía en Vulcano, la mitad de la plantilla del astillero empezó ayer a trabajar en el casco del ferri que trajo a remolque desde Sevilla a medio construir en el verano del 2013.

Fuentes sindicales, que confirmaron el arranque de la actividad, señalaron que se trata de un inicio «a medio gas», ya que el barco aún no ha entrado en vigor -«esperamos que lo haga a lo largo del mes»- a la espera de cerrar los últimos flecos de la financiación. Es esta una cuestión que no debería de suponer mayores problemas, dado que el propietario del casco es el banco Santander, que lo embargó cuando quebró Astilleros de Sevilla.

«Estamos comprobando que toda la maquinaria funciona y evaluando el trabajo de soldadura y calderería», señaló uno de los operarios, que añadió que aunque el casco parece rematado son muchos los bloques que faltan por montar. «Solo en acero tenemos faena para cinco o seis meses», aseguró.

El contrato garantiza carga de trabajo para 14 meses y para más de 300 empleados, la mayor parte de la industria auxiliar, ya que la plantilla del astillero no llega a las 90 personas de las 130 que había cuando en el año 2011 entró en concurso de acreedores. «En este tiempo ha habido varias jubilaciones y algunos compañeros han encontrado trabajo en otros sectores», señalan.

Aunque la empresa, esgrimiendo una cuestión de confidencialidad, no lo ha confirmado, el comprador es Transmediterránea, que lo destinaría a alguna de sus rutas entre la península y las islas Baleares.

Pese a que el proyecto no parte de cero, lo que obligaba a los potenciales compradores a ajustarse a las medidas y características básicas del buque, no es menos cierto que admite muchas variaciones en relación con el diseño que encargó en su momento la armadora Viking Line y que terminó cancelando el pedido por incumplimiento de plazos.

Uno de esos cambios será la habilitación de 52 camarotes. El proyecto original solo contemplaba asientos para cerca de 1.900 pasajeros. La capacidad se verá ahora reducida a 1.500 personas, la diferencia es que más de 200 podrán acomodarse en camarote. Además podrá albergar más de 400 vehículos.