Elena Muñoz y Javier Guerra suman más firmas (1.167) para oficializar su candidatura a la presidencia del PP vigués que militantes con derecho a voto (1.050). Ambos intentan ilusionar a los afiliados tras los batacazos electorales del partido en la ciudad
15 dic 2016 . Actualizado a las 20:35 h.Dos exconselleiros de la Xunta, Elena Muñoz y Javier Guerra, han presentado hoy los avales necesarios para ser candidatos a la presidencia del Partido Popular de Vigo en el congreso que se celebrará este sábado. La actual concejala ha reunido 715 y el exresponsable del departamento autonómico de Economía, 452. Curioso, porque entre ambos suman 1.167 avalistas, una cifra superior a la de militantes que tienen derecho a voto por estar al corriente en el pago de cuotas (1.050). Ninguno de los dos aspirantes supo precisar cuántas de las firmas que habían reunido podrán ir a las urnas. Lo que parece claro es que han peleado, como dice la típica expresión gallega, por «carrexar» apoyos.
Más allá de los mensajes que se entrecruzan ambos desde que empezó la campaña (Guerra dice sentir pena por el show de demostración de fuerza que ha montado hoy su rival), la clave está en el esfuerzo que hacen por tratar de ilusionar a una militancia que ha visto cómo el partido sufría una derrota tras otra en la ciudad hasta caer a sus mínimos históricos en las últimas municipales, con solo 7 concejales. Los dos hablan de derrotar a Caballero e intentan dar la imagen de renovación en un partido donde muchos afiliados se han sentido huérfanos. Ahora se afanan en movilizarlos y también deberán esforzarse para que no se les vea como «más de lo mismo».
Muñoz se ha rodeado de cargos como Javier Dorado, Teresa Egerique, Ignacio López Chaves y Lucía Molares, que inicialmente iba a presentar su propia candidatura y con la que acabó pactando (la directora del Sepes será su vicepresidenta si gana). Javier Guerra, que reaparece en la escena pública cuatro años después de que Feijoo le invitase a dejar la Xunta (aunque ha seguido formando parte de la ejecutiva local), confronta con la candidatura oficial presentándose como «una alternativa de ilusión» y con viejos conocidos como Carlos Mantilla y Jorge Conde.