La serie «El final del Camino» se convierte en embajadora de la provincia

La Voz VIGO / LA VOZ

VIGO

Pontevedra sirvió de localización para lugares de Sevilla, Toledo, Francia o Marruecos

29 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras su paso por dos de los mercados televisivos más reconocidos, el Mipcom de Cannes y en el Natpe de Miami, la serie El final del Camino ha sido presentada este mes de abril y de la mano de TVE, en el MIPTV de Cannes, el mercado internacional de contenidos para televisión y medios digitales más importante de Europa. Es la primera gran serie de ficción hecha en Galicia para España y con una clarísima proyección internacional. Grabada mayoritariamente en Pontevedra, la serie ejerce de embajadora de la provincia allí donde se presenta.

El final del Camino, producida por Voz Audiovisual y emitida en Televisión Española, Televisión de Galicia y sus canales internacionales, ha mostrado a toda España y al mundo entero algunos de los rincones más hermosos y desconocidos de la provincia de Pontevedra, que han servido para dar vida a las localizaciones de algunos de los pasajes más relevantes de la historia de la construcción de la catedral de Santiago y la configuración de la ruta jacobea.

Tras cuatro meses de trabajo intenso, la serie llegó en enero a la pequeña pantalla. Se trata de una historia de aventuras en la que conviven personajes ficcionadoscon personajes históricos reconocibles. De fondo, la construcción de la Catedral de Santiago y el apogeo del Camino como elemento vertebrador de los reinos cristianos de la península. La ficción lleva a lugares tan importantes en aquel momento, como las ciudades de Toledo y Sevilla o la región del Rif, en Marruecos. La mayoría de esos lugares se recrearon en la provincia de Pontevedra. La repercusión económica ha sido muy importante en todas de Pontevedra que han acogido la grabación.

Repercusión económica

La fervenza de Escuadro, la playa fluvial de Cira, Patanín (en A Estrada) y los bosques de Saidres sirvieron de localización para los alrededores de Compostela y la iglesia de San Pedro de Ansemil, acogió el ficticio sepulcro del Apóstol Santiago. Por su parte, la terrible batalla de Uclés se libró en las Brañas de Xestoso. Y muy cerca de allí, en la cantera de Rosende, se recreó el norte de África; la región del Rif, donde Pedro de Catoira vivió su cautiverio y su conversión al islam.

Las obras de la catedral de Santiago se ambientaron en el monasterio de Carboeiro; y el pazo de Donfreán, en Lalín, dio vida al poblado de Catoira, en el que pasaron su niñez los tres hermanos de esta historia y que fue asolado por los sarracenos, para desgracia de los protagonistas.

En el monasterio de Santa María de Aciveiro, en Forcarei, pasó su infancia y juventud la reina Constanza, en su hogar de Chalóns (Francia). También allí se grabó el concilio de Husillos, tras la caída en desgracia de Diego Peláez. Y así, tantos y tantos lugares que los pontevedreses, ahora, podrán reconocer y que han lucido en todo su esplendor en la pequeña pantalla.

La serie El final del Camino con actores como Antonio Velázquez, Begoña Maestre, Guillermo Barrientos, Asier Extendía, Ismael Martínez, Juan Fernández, Joan Massotkleiner, Manuel de Blas, Jaime Olías, Patricia Peñalver, Paco Manzanedo, Maxi Iglesias, Abdelatif Hwidar, Said El Mouden, Inti El Meskine, Jean Dominikowski, Rafael Rojas, o los niños Sergi Méndez, Sergio Barbieto y Paulo Rodríguez, entre otros.

Un territorio volcado con el proyecto: vecinos, empresarios y la Diputación colaboraron

El esfuerzo realizado por Voz Audiovisual mereció la pena. La productora ha querido agradecer a todos los pontevedreses que pusieron su granito de arena en esta serie por su colaboración. Y fueron muchos. No se trata solo de figurantes, sino también de artesanos, hosteleros, transportistas, trabajadores de empresas de servicios, funcionarios, organismos como la Diputación Provincial y diversos ayuntamientos, además de vecinos con ganas de participar en algo que sabían que iba a ser grande, para ellos y para su provincia.

Unas cuatrocientas personas han participado en la producción de El final del Camino: casi 200 técnicos, un centenar de actores y actrices, decenas de figurantes y especialistas... y el equipo de construcción y ambientación que trabajó en las instalaciones de la Feria Internacional de Galicia Abanca, en Silleda. Allí, entre la arboleda que alberga el recinto, se levantaron las viviendas y murallas que dieron vida a la Compostela del siglo XI. Ya en el interior de los pabellones, se recrearon espacios tan significativos como la vivienda de los protagonistas, la taberna, el sanatorio o los salones más regios de Toledo y Sevilla.

En El final del camino se han recreado batallas y escaramuzas en los bosques gallegos y a campo abierto o ante las murallas de varias ciudades; escenificado desembarcos almorávides y ataques costeros de los piratas sarracenos, reproducido las intrigas de palacio y revueltas populares.... Todo ello bajo la atenta supervisión de un equipo de historiadores para recrear con la mayor fidelidad posible las edificaciones, los atuendos y, en general, las costumbres de la época que vio construir la catedral de Santiago y en la que nació una tradición que todavía hoy traspasa fronteras: el Camino.