La empresa pública, que cobra al Chuvi por las pruebas que hace dentro de sus hospitales, mantendrá el 65 %
19 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El Servizo Galego de Saúde apuesta por mantener dos servicios de radiología dentro del área sanitaria de Vigo, el que depende del Complejo Hospitalario Universitario y el que depende de la empresa pública Galaria. Hace dos años que aprobó la llamada integración funcional, para que ambos se coordinasen pero su estrategia pasa por mantener las resonancias dentro del ámbito de control de Galaria, una empresa que se rige por el derecho privado y que cobra al Chuvi por cada resonancia que hace dentro de los hospitales Álvaro Cunqueiro y Meixoeiro. Así consta en el plan operativo de la integración de los dos servicios, un documento firmado por el gerente del Sergas, Antonio Fernández-Campa, el viernes pasado y al que ha tenido acceso La Voz.
La clave de ese texto está en la distribución de las resonancias, que debe respetar la siguiente proporción: el 65 % de las pruebas las hará Galaria y el otro 35 % las hará el Chuvi. Y esto no hace más que consagrar una división que, dentro de Galicia, solo existe en Vigo: los radiólogos del hospital pueden hacer todas las pruebas que de su especialidad, salvo la resonancia, que desde hace dos décadas está controlada en exclusiva por Galaria, el antiguo Medtec. En el servicio de radiología del hospital hay 45 especialistas, que vienen reclamando la integración desde la misma creación de esa empresa pública en 1995; en la unidad de diagnóstico por imagen de Galaria hay 10 especialistas, cuya calidad técnica también les ha valido reconocimientos en los últimos años.
Pero el conflicto no está en la calidad profesional sino en el sistema de organización de las resonancias. La Administración deja claro con su plan que quiere que haya dos servicios de resonancia en Vigo, el área de Galicia donde se hacen más pruebas diagnósticas de este tipo, el doble que en otras con una población similar. Galaria factura al Sergas en torno a tres millones cada año por las resonancias de Vigo.
El nuevo plan operativo solo ha sido firmado, al menos de momento, por el gerente del Sergas. En los últimos meses se había transmitido a los profesionales que debían suscribirlo también la gerencia del hospital, proclive a la integración, y también la de Galaria, que está en manos de la exconselleira de Sanidade Rocío Mosquera y es más reacia. En cualquier caso, el presidente de esta empresa pública es el conselleiro, Jesús Vázquez Almuíña. Es el responsable último.
Ya se habían difundido internamente algunos borradores del plan operativo que estaba gestando el Sergas desde Santiago. En una versión anterior, según fuentes del hospital, se reservaba a Galaria un 70 % de las resonancias y el jefe del servicio de radiología, firme defensor de la integración de las dos unidades, lo rechazó. Ahora, con la distribución del 65/35 se reafirma un modelo de duplicidad de servicios y de preponderancia de Galaria.
El plan operativo es un documento preñado de referencias a la coordinación y a la colaboración, algo que, en teoría, viene existiendo desde el año 2002, cuando se creó un área de servicio compartido entre las dos estructuras, la empresa pública y el hospital. No consiguió nada tangible.
Desde el 1 de febrero, los radiólogos del hospital fueron incorporándose a las resonancias en las áreas anatómicas en las que está dividida la radiología. Siempre de forma tímida. Esas áreas se mantendrán y, según el nuevo plan de resonancia, serán los jefes de sección los que tengan que validar la petición de todas las pruebas que se soliciten. Como los jefes de sección pertenecen al Chuvi, tendrán que hacer el trabajo administrativo, pero el 65 % de las resonancias tendrán que ser asignadas a Galaria, que hará un control de costes.
Sobre el papel, el jefe de servicio de radiología del hospital, Xan Vieito, mantiene la cabeza de la organización de toda la radiología, pero existen muchos condicionantes. El plan operativo reserva a la jefa de la unidad de Galaria, Mercedes Arias, la colaboración en la «regulación das cargas de traballo da actividade da unidade de resonancia», además de los objetivos de su personal y el control de los costes.
El Chuvi vuelve a hacerse cargo de tacs ajenos
La guerra de la radiología de Vigo tiene ya ha generado víctimas colaterales en el tac. Hace dos semanas, Galaria se negó a hacer escáneres a catorce pacientes que estaban citados en el Cunqueiro y desde entonces apenas ha hecho estas pruebas. Cuando se pactó que los radiólogos del hospital harían resonancia, a cambio Galaria tenía que hacer tac. La dirección de esta empresa ha dado órdenes a su personal para que no lo hagan. Ayer mismo, la agenda de la tarde correspondía a Galaria, pero finalmente fue una profesional del Chuvi la que atendió las pruebas, que en las dos últimas semanas han venido informando los radiólogos del hospital ante el plantón de Galaria. El asunto ha generado malestar incluso en radiólogos de la empresa pública.