Una obra de Gómez Román y un edificio para los empleados del cable germano

La Voz

VIGO

10 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El edificio del Colegio Alemán se construyó en 1910. Proyectado para acoger a los empleados solteros de la compañía Deutsch Atlantische Telegraphengesellschaf, el Cable Alemán, posteriormente este centro actuó como si fuera una embajada del país germano. Tras el ascenso de Hitler al poder, llegó a contar con su propia sección de las Juventudes Hitlerianas. Tras la Segunda Guerra Mundial y el embargo de las propiedades alemanas, este edificio fue la primera sede del Instituto de Investigaciones Marinas, perteneciente al CSIC. A partir de 1960 volvió a convertirse en un centro educativo hasta su desmontaje.

Si este edificio tiene un gran valor histórico e incluso sentimental para una parte de la población que recibió su educación allí, el chalé Agarimo presenta un gran valor arquitectónico. Fue construido en 1931 por el arquitecto vigués Manuel Gómez Román. El catálogo de bienes culturales del Plan Xeral de Vigo dice que es uno de los últimos ejemplos de la ciudad-jardín proyectada en la zona de Peniche.

Gómez Román se inspiró en la arquitectura paciega para desarrollar un edificio de estilo regionalista. Los expertos en arquitectura Jaime Garrido y Xosé Ramón Iglesias califican este edificio, en el PXOM, como «unha excelente mostra de arquitectura galeguista». Sin embargo, hay dos ejemplos de arquitectura desmontada que sí encontró una segunda vida. Uno es el chalé A Seara y otro, un chalé de Jenaro de la Fuente trasladado a Canido.