«Volver a casa deume de novo vida»

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

VIGO

MIGUEL VILLAR

Manu Rodríguez, que ascendió con Lugo y Elche a Segunda A, recuperó toda la ilusión por el fútbol a sus 35 años en el Coruxo

05 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue extremo en sus tiempos de formación en el Pabellón y como avanzado comenzó su andadura en el Ourense en Segunda B, pero el equipo de su vida fue el Lugo. Allí estuvo diez años, marcó el gol del ascenso y Fonsi y Quique Setién le reconvirtieron en lateral izquierdo, el puesto en el que triunfó en el fútbol profesional. Ahora de regreso a casa a sus 35 años, Manuel Rodríguez Morgade, vive otro año mágico en el Coruxo, sin la presión del ascenso de Lugo y Elche, pero con la ilusión de dar la sorpresa a falta de 11 jornadas para la conclusión de la Segunda B. Además, vestido de verde recuperó toda la ilusión por jugar y a día de hoy ni se plantea dejarlo.

Leonesa y Elche fueron los dos puntos de destino del lateral ourensano lejos de Galicia y aunque fue poco tiempo, Manu confiesa que no tenía morriña por volver a casa, pero las circunstancias decidieron. «Foi un verán complicado ao saír de Elxe. Só tiña o Cornellá, que fixo bastante forza, pero tiña que mover á familia e tampouco era plan. Faltando tres días para pechar o prazo apareceu a opción do Coruxo e de contado asinei».

Y medio año después, el ourensano se muestra encantado de la decisión tomada. Por la seriedad de la entidad, por la estructura de club y por encontrarse una plantilla por encima del nivel esperado. «A verdade é que me sorprendeu, pero temos xente con moitas condicións e creo que montamos unha plantilla bastante boa. É un club moi humilde e familiar, pero moi ben estruturado e ten moito mérito levar dez anos en Segunda B. Volver a casa deume de novo vida, sobre todo a alegría de competir de novo».

Siete años con Setién

Quique Setién, hoy en el Barça, fue el entrenador que marcó la vida deportiva de Manu. Porque dio continuidad a la idea de Fonsi Valverde, el hombre que le reconvirtió en lateral izquierdo. Del cántabro guarda buenos recuerdos y aún mantiene el contacto: «Foron sete anos xuntos na mellor época do Lugo e foi o que máis me marcou. Ao principio non me poñía, pero a base de insistir acabei xogando sempre con el. Sempre lle mando algunha mensaxe, falamos cada dous meses e cando asinou no Barça falamos, pero agora hai que deixalo tranquilo», comenta sobre el momento que atraviesa el técnico culé.

De Lugo, del equipo que marcó su vida -«porque fomos ascendendo e conseguindo cousas moi grandes»-, se fue Manu Rodríguez a una Cultural recién ascendida a Segunda A y en donde no tuvo muchas oportunidades y terminó marchándose al Elche, en donde vivió un segundo ascenso al fútbol de plata. «A experiencia de Elxe para min foi das mellores», sentencia.

Y desde el Martínez Valero con 35 años emprendió el viaje de regreso a Galicia para jugar en O Vao, en donde recuperó toda la ilusión por el fútbol: «Agora mesmo si que me vexo con gañas de seguir. O volver a xogar cada fin de semana recobras a ilusión e danche gañas de seguir xogando porque a nivel físico atópome ben e a nivel de cabeza cada vez máis ilusionado, pero non depende tanto de min».

Ahora en Coruxo, sin ninguna presión, podría vivir un nuevo play-off. «Estamos a tres puntos faltando once xornadas e temos que queimar as naves, sen ningunha presión pero con moita ilusión, aínda que primeiro os 47 o 48 puntos da permanencia».

Y en un futuro, que espera sea lejano, no esconde que le gustaría acabar de nuevo en Ourense, aunque el equipo en el que creció ya no exista. «Empezaches alí e gustaríame acabar do mesmo xeito, pero dentro dun tempo porque agora mesmo teño moita ilusión por seguir a este nivel».

Pase lo que pase hasta el final de su carrera, tiene claro que el día que salió del Pabellón hubiese firmado su expediente balompédico «cos ollos pechados».