Jalpones con la mitad de aforo y chimpines para cuatro, el festival de Cans que viene

La Voz VIGO

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XOAN CARLOS GIL

La cita será en septiembre y se extremarán las precauciones con la población mayor de la parroquia

15 jul 2020 . Actualizado a las 15:16 h.

Toca reinventarse y nadie como los vecinos de Cans para saber lo que es darle a la inventiva. Por eso preparan una edición totalmente renovada de cara a cumplir las normas por el coronavirus y mantener la esencia de la cita, plagada de audiovisual y música y con 16 años de experiencia en sus espaldas. 

La próxima edición será del 2 al 5 de septiembre e incluirá que los chimpines solo puedan llevar a cuatro personas y los jalpones, los bajos de las casas donde se proyectan los cortos que concursan, tendrán aforos limitados al 50%. 

La organización trabaja en un concepto de festival donde el objetivo fundamental es proteger a la gente mayor de la aldea, por lo que se eliminarán las actuaciones musicales nocturnas en el torreiro y las actividades se harán con aforo limitado y controlado en una zona del Parque do Río.

Para reducir la exposición de los mayores, se evitarán las proyecciones y actividades en los jalpones que sean de personas de avanzada edad, que tampoco participarán en el jurado de vecinos. Además, para mantener esos cuidados, los conductores de chimpín de más edad no participarán y la previsión es que solo habrá pequeñas procesiones honoríficas de estos tractores, totalmente controladas y con un máximo de cuatro personas cada uno. 

El festival también reducirá e aforo de los jalpones, que habitualmente tienen capacidad para unas 110 personas y pasarán a un tope de 50. No se fomentará además la rotación entre bajos, por lo que el mismo público asistirá a las proyecciones a concurso sin salir de la misma sala y con una pausa intermedia, en el que se aplicarían las medidas de higiene y ventilación y se accedería con mascarilla. En la entrada de cada jalpón habrá un dispositivo de gel hidroalcohólico y habrá dos vías de acceso para entrar y salir. 

Este año los esfuerzos se concentrarán en las actividades diurnas, proyecciones y coloquios, ya que los conciertos en el torreiro dificultarían el control del aforo. Por ello el plan es crear una amplia zona centra en el Parque do Río, donde se concentren los coloquios con directores, actuaciones musicales y otros actos con un aforo máximo de 300 personas sentadas. Todas las actividades acabarían antes de la medianoche y se desalojarían los espacios. 

Debido a la reducción de espacios, solo se pondrán a la venta 200 entradas para las sesiones matinales y otras 200 para la sesión de tarde. También estarán limitados los desplazamientos y el número de autobuses desde el centro de O Porriño. 

A lo largo de la semana habrá coloquios y encuentros, así como sesiones paralelas. Se prescindirá de las visitas de colegios y la parte educativa. 

Diálogo

En todo este tiempo la organización mantuvo un diálogo continuo con los vecinos, los patrocinadores e instituciones como la Xunta, la Diputación y el concello de O Porriño, así como consultas con expertos para incluir los protocolos necesarios para realizar el evento. 

El festival reforzará las medidas de desinfección de todos los espacios, así como la limpieza de baños portátiles y demás recintos.