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Ambas administraciones disienten en proyectos de desarrollo clave para la ciudad
21 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El enfrentamiento entre el gobierno local de Vigo y el gallego pone en riesgo inversiones millonarias en la ciudad. Esta semana han chocado en proyectos que son claves para el desarrollo de la ciudad. Polemizaron en torno al plan antiinundaciones del Lagares, por el abastecimiento de la ciudad, por el tren a Bouzas, por el traslado de la escuela infantil de Santa Marta y por la iluminación de A Guía. Alberto Núñez Feijoo ya se ha reunido con cinco alcaldes de las siete ciudades gallegas desde que tomó posesión por cuarta vez como presidente, en septiembre. Solo faltan el regidor de Ourense, con una situación política que pone en jaque al PP, y el de Vigo. Feijoo y Caballero no se reúnen desde el verano de hace seis años.
El plan antiinundaciones tiene un presupuesto de 6,8 millones de euros y recoge seis intervenciones de mejora del cauce y drenaje del río. La Administración autónoma ha trasladado una propuesta al Concello para que gestione la disponibilidad de los terrenos, pero el Abel Caballero la rechaza de plano. La concejala de Urbanismo, María José Caride, contestó con una carta demandando a la Xunta que actúe de inmediato en las labores de mantenimiento y puesta en valor del río.
Este desencuentro preocupa especialmente a los empresarios asentados en el polígono de Caramuxo, que sufren periódicamente las consecuencias de los desbordamientos del río en sus naves industriales.
Tampoco hay acuerdo sobre la gestión de la presa de Eiras. La administración local considera una injerencia que la Xunta de Galicia nombre a un director de explotación de estas instalaciones cuando se trata de una competencia municipal. Nuevamente tendrá que ser un juez quien decida a cuál de ambas administraciones corresponde la gestión, porque Abel Caballero ha anunciado una demanda.
Respecto al abastecimiento de agua potable a la ciudad y otros ayuntamientos del área hay una inversión muy importante que se encuentra en el aire. La planta depuradora no da más de sí y su eficacia se compromete cuando baja el nivel de la presa y aumentan los sedimentos en el agua. Ambas administraciones tampoco van de la mano para llevar a buen puerto este proyecto esencial para los ciudadanos.
El alcalde se quejaba esta semana de que Sanidade no autoriza el proyecto de modernización de las instalaciones. La Xunta reclamaba a Caballero que el dinero que cobra a otros ayuntamientos por suministrar el agua no lo reinvierta en mejorar la potabilizadora. El Ejecutivo de Feijoo dice que asume la gestión de la presa de Eiras porque el Concello no lo hace y eso significa «xogar coa seguridade dos vigueses».
Tren a Bouzas
Alberto Núñez Feijoo también consideró esta semana en una visita a Vigo como irrenunciable la creación de una línea férrea hasta Bouzas conectada con la salida sur. A su juicio, está en juego la competitividad del puerto vigués y hay que mejorar las comunicaciones para reducir los costes de transporte y atraer nuevos tráficos de carga y descarga. El alcalde de Vigo rechaza por completo este proyecto del tren hasta Bouzas porque considera que «rompe la ciudad». Para Caballero, este proyecto es absurdo porque Citroën no quiere meter el tren en la fábrica y destroza la ciudad. «Nunca voy a tolerar un tren en la ciudad».
El traslado de la escuela infantil Santa Marta también han aumentado la tensión entre ambas administraciones. El alcalde quiere trasladarla a la escuela Picacho y crear allí una guardería definitiva. La Xunta no lo ve viable por una cuestión de seguridad sanitaria.
La iluminación del monte de A Guía también se encuentra paralizada por culpa de los desencuentros institucionales. La Xunta rechazó en este espacio el modelo de luminaria que sí autorizó en el parque de Castrelos, con mayor grado de protección patrimonial.
El colegio Picacho plantea trasladar la escuela Santa Marta a la sede de la Diputación
La comunidad de educativa del colegio Ramón y Cajal rechaza por unanimidad la propuesta municipal de trasladar la escuela infantil Santa Marta a sus instalaciones el próximo curso. Adoptaron el acuerdo en una reunión extraordinaria del consello escolar en la que trasladaron al representante municipal que no hay aulas libres y la «incompatibilidade absoluta co protocolo de seguridade covid-19 e mesmo co normal funcionamento do centro».
La comunidad plantea otras alternativas, como la nueva sede de la Diputación en la calle Chao, el instituo muncipal de Educación, en camiño do Chouzo o el antiguo rectorado de la calle Arenal.
Actualmente en el colegio solo hay dos aulas en las que no se están impartiendo clases, pero que son de obligada existencia. Una de ellas es un aula para aislar a los alumnos que presentan síntomas compatibles con el coronavirus hasta que sean recogidos por sus familiares. En período de normalidad funcionan como aula de actividades extraescolares del ANAP. La otra clase es un aula de convivencia y para actividades del programa de refuerzo, orientación y apoyo.
El colegio tiene dos puertas de entrada y una de ellas con escaleras. La guardería solo tendría una entrada, la que está junto al albergue municipal. La comunidad escolar se pregunta cómo se garantizarían las normas de distancia de seguridad entre personas sumando un nuevo alumnado y dónde dejarían los padres los carros de bebé.
También ven incompatible el uso de unas aulas anexas al único patio cubierto del centro porque generan mucho ruido y vibraciones y los pequeños deben dormir la siesta.