
Los ganaderos reunieron en el recinto a unos 300 animales
03 may 2022 . Actualizado a las 17:19 h.A puerta cerrada, por segundo año consecutivo, pero los ganaderos de A Valga consiguieron celebrar su tradicional curro. Es la primera rapa de la temporada en Galicia y, aunque en el calendario está fijada para el segundo domingo de mayo, el mal tiempo obligó a aplazarla hasta ayer. Gran satisfacción entre los ganaderos ya que entraron en el recinto casi 300 animales, que es como se conocen en las comarcas de O Val Miñor y O Baixo Miño a los equinos criados en libertad en las sierras de O Galiñeiro y A Groba. «Foi dos mellores curros que celebramos nunca. Metemos máis de 300 burras e moita cría», confirmó el presidente de la asociación de ganaderos Curro da Valga, José Fernández Martínez, tras más de seis horas de búsqueda por los montes de la comarca.
La pandemia afectó a la milenaria tradición porque se tuvo que restringir al público el espectáculo etnográfico más antiguo de Galicia, pero los resultados del curro de A Valga son alentadores. «Foi una xornada moi familiar porque só poidemos vir os 35 gandeiros da asociación e familiares da bisbarra, pero estamos contentos porque atopamos moitos potros tamén», indicó Fernández. Estos resultados les permiten ser optimistas ya que su prioridad es conseguir mantener una cabaña de caballos salvajes única en el mundo.
Las burras o garranos de la Serra da Groba, comenzaron a entrar en el recinto pasadas las cuatro y media de la tarde. La épica lucha cuerpo a cuerpo no contó con el público habitual, que reúne normalmente a cientos de personas, pero los ganaderos consiguieron cumplir con la tradición, ya que más allá de la fiesta, la rapa se hace también por motivos sanitarios.
Dentro del cierre se les cortan las crines, se desparasitan y se marcan a fuego. A los potros, además de marcarlos se le implantan chips y se les vuelven a dejar en libertad. Al final de la jornada se contabilizaron un total de 200 burras y 86 potros.
«Puxemos carteis delimitando a zona para advertir que non se admitía público. Tampoco se poderá deixar entrar xente de fóra no curro das moscas, que será o 20 de xullo», avanza ya José Fernández. Esa rapa es también fundamental ya que prepara a los animales para que puedan pasar el invierno en las mejores condiciones sanitarias posibles. El próximo curro será en Torroña, el primer fin de semana de junio. 200 burras y 86 potros