Nadie quiere perder el primer tren de Vialia en Vigo

Luis Carlos Llera / Óscar Vázquez (vídeo y fotos) VIGO / LA VOZ

VIGO

Óscar Vázquez

Millares de visitantes colapsan a pie y en coche el nuevo centro comercial y las calles cercanas

05 oct 2021 . Actualizado a las 00:51 h.

«Si puedes, ven andando». Es el lema de Vialia para animar a realizar ejercicio. Los que lo desoyeron ayer se enfrentaron a colas kilométricas para entrar en el aparcamiento subterráneo, que colgó el cartel de completo, a pesar de que cuenta con 1.200 plazas. El primer fin de semana de apertura del centro comercial Vialia, 43.000 metros cuadrados dentro de un mastodonte de 125.000 (contando con las estaciones de tren y autobús) ha supuesto una avalancha de clientes procedentes de Vigo y de buena parte de Galicia, deseosos de novedades y afán de compras con descuentos que, en algunos casos, llegan al 50 %, como es la tienda de K-ppel. Otras cadenas también tienen ofertas y descuentos importantes.

Desde la dirección aseguran que no han contabilizado aún la visitas porque los aparatos contadores están aún en fase de pruebas. Los pasillos, que son más grandes que algunas calles de Vigo, se convirtieron en un marasmo de seres humanos con bolsas, ganas de pasárselo bien y selfis para inmortalizar el shopping con la familia o los amigos. Las colas para merendar superaban os 40 minutos. Lo atestiguaba Geli que, con un grupo de compatriotas latinoamericanos, aguardaba pacientemente para quitarse el hambre con unos trozos de pollo frito en el KFC, Kentucky Fried Chicken. A pesar de la espera, Geli lo resumía: «Esto está muy bien, vale la pena».

Las pandillas de adolescentes son los que más han disfrutado de la apertura que ha generado visitas de todo tipo. El centro está ubicado en un lugar estratégico en el que viven 160.000 personas a menos de diez minutos andando, de ahí el lema.

La parte superior que da a Vía Norte tiene detalles sin rematar y estará terminada «lo más pronto posible», aseguran desde la dirección del centro comercial que promueve Ceetrus, la división inmobiliaria de Auchan Holding, el grupo propietario de Alcampo y de otras firmas. En el centro, los visitantes pueden ver 120 locales de los que han abierto el 95 % según la dirección. Están todas las cadenas importantes salvo el grupo Inditex, que está replegando velas en los centros comerciales. Este pasado mes de septiembre acaba de abandonar uno en Cádiz y hace algunos años dejó el de Camelias. La presencia del centro comercial no ha restado clientela a la cadena de Amancio Ortega, cuyas tiendas emblemáticas acogían ayer por la tarde en Urzaiz a numerosos compradores.

«No queremos competir con el comercio del centro de la ciudad, sino aumentar la oferta», decían en Vialia. H&M todavía no ha podido abrir sus puertas y espera hacerlo en noviembre, va a ocupar una gran superficie en la planta principal. Además de Alcampo, que prevé miles de visitas diarias, otras de las grandes locomotoras del centro son Primark y Fnac, además de conocidas cadenas de restauración. En Primark se contaron ayer más de cinco mil compradores. El aforo de la tienda de dos plantas es de 1.185 personas. Cuenta con 200 empleados con lo que las entradas y salidas son ágiles y en las colas no se tardan más de diez minutos a pesar de que pueden estar esperando su turno más de cien personas.

Aunque hay grandes cadenas, el centro Vialia también apuesta por el producto local. En la tapería Chuliña estaban encantados. «Ha habido colas al mediodía El centro se ve bien enfocado pero yo creo que deberían haber esperado dos o tres días más para abrir porque siguen las obras», dice su encargado Pablo Álvarez. Los trabajos continúan y han dado empleo a un millar de personas. Ahora en las tiendas trabajan 1.500 empleados y otros 500 de modo indirecto. Una de las trabajadoras se afanaba en achicar el agua de la plaza que acoge la restauración, donde se formó un buen charco a pesar de que no había llovido demasiado. «Es que a veces no piensan bien las cosas», decía la empleada que movía la máquina Tennant que tragaba litros de agua mientras a su lado se trasegaban cientos de cervezas y bebidas carbónicas en alguna de las numerosas franquicias en las que grupos de amigos se juntaban a comer.

El venezolano Miguel Carrizo remachaba: «Me gusta mucho la infraestructura, es bastante actual». Algunos jóvenes, después de todo el día dando vueltas por el centro echaban de menos «algunos bancos para sentarse», señalaba Daniel Amoedo. Los hay, pero se ocupan enseguida, ya que en la planta de restauración se celebran también eventos musicales aunque la acústica no es demasiado buena en el interior. Para eso hay un escenario en la plaza principal de Vialia donde se pretenden celebrar conciertos y abrirla a oenegés y asociaciones.