El centrocampista recibió un homenaje y se retirará tras el play-off
19 may 2022 . Actualizado a las 11:16 h.Jacobo Trigo (Vigo, 1988), decide poner punto y final a sus días de fútbol. El centrocampista, con pasado en Burgos, Zamora, Logroñés, Pontevedra y Racing, y que ya lleva cuatro años en el Coruxo, ha decidido parar para vivir. Porque Jacobo se levanta cada día a las cinco y media de la madrugada, trabaja hasta la nueve y media en una industria química, se marcha a entrenar y a mediodía, regresa para ampliar su jornada laboral. Así todos los días.
«Eu traballo e co fútbol, ao final, non teño tempo para nada. Vou con présas, teño lesións, non rindo como debera e creo que é o momento de apartarse de deixarlles o sitio a outros compañeiros», comenta el futbolista, que piensa que a sus 33 años también se merece disfrutar «da vida, dos amigos e da familia», pero sobre todo, admite que no disfruta pese a semejante esfuerzo. «Vas con présas a todos os lados e non disfrutas e non renden como deberías». Este ritmo de vida, además, también le ha dejado más de una lesión. «Parte de culpa ten a idea, pero parte tamén a vida que levo durante a semana, porque non teño o descanso que debería e o corpo para xogar necesita unhas horas de descanso».
A la conclusión del partido del domingo en O Vao, y con el pasaporte para el play-off en el bolsillo, el jugador recibió un homenaje inesperado por parte de todos los estamentos del club. «Foi moi bonito, non o esperaba e deixo a que foi a miña casa durante catro anos cunha bonita imaxe».
Pero antes de la retirada definitiva, Jacobo Trigo quiere ayudar en la tarea de recuperar el tercer escalafón del fútbol español. «Os play-off non se xogan, gáñanse, e nós imos poñer todas as nosas virtudes, levamos unha boa dinámica e creo que temos posibilidades», comenta el pivote, que recuerda a la Peña Deportiva ibicenca del curso 19/20 en Segunda B, un año en donde la pandemia le impidió al Coruxo pugnar por el ascenso a Segunda División A.