El viejo ambulatorio de Panxón lleva seis años en un limbo legal

Monica Torres
mónica torres NIGRÁN / LA VOZ

VIGO

Alejandro Martínez

No puede ser centro de día porque tampoco se puede registrar

02 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La pretensión de reconvertir el antiguo ambulatorio de Panxón en el centro de día de municipio, objetivo con el que hace ya 15 años se cedieron los terrenos al Sergas para hacer el nuevo centro de salud está enquistada porque la parcela no está inscrita en el registro de la propiedad. «A veces, la burocracia provocada situaciones tan absurdas como esta, en la que no vale la voluntad de las partes», indica el edil de Urbanismo de Nigrán, Diego García Moreira. La complejidad de la burocracia para un acto que, de antemano, parece fácil ya que la Tesorería de la Seguridad Social tiene tanto interés en ceder el edificio al Concello como el gobierno local en recuperarlo, señala el concejal, recuerda al icónico gag de la película Una noche en la ópera sobre «la parte contratante de la primera parte».

El edificio pertenece a la Seguridad Social, porque el Concello se lo vendió en la década de los 80 por 18.500 pesetas, pero nunca se llegó a inscribir en el registro de la propiedad. Hace seis años que ambas partes intentan formaliza la cesión del inmueble al Concello, tras la inauguración del nuevo centro de salud, pero no se puede porque no está registrado y tampoco ha sido posible hasta la fecha hacer esta inscripción, porque el edificio está dentro de una parcela municipal. «Como solo se vendió el edificio y no la finca, es una parcela interior dentro de una propiedad municipal que no limita con ninguna vía pública, por lo que no se puede inscribir en el Registro de la Propiedad y tampoco se puede ceder lo que no está registrado», explica el concejal de Urbanismo. Desbloquear la situación no parece fácil, ya que los servicios jurídicos del Concello y de la Seguridad Social están en ello desde hace seis años, indica García Moreira, y aún no han encontrado una salida legal por lo que el proyecto de reconversión del inmueble duerme el sueño de los justos.

No solo pierden los vecinos que aguardan por el centro de día, si no la Tesorería de la Seguridad Social, que ha de mantener un edificio cerrado a cal y canto con el coste añadido de una seguridad privada para alejar a okupas y vándalos. Diego García indica que la estructura está bien, «aunque cono buen edificio está en desuso, necesita una buena reforma», pero la falta de actividad de puertas adentro y las pintadas que va acumulando hacen que la imagen del inmueble, en casi primera línea de costa, no sea la deseable.

A escasos metros se encuentra otro edificio que estuvo quince años atascado en la burocracia y que aún presenta un estado lamentable a falta de poder dotarlo de actividad. El Concello planea trasladar al bajo del faro de Panxón, ubicado en pleno paseo marítimo desde el 2006, la actividad municipal de pintura y, algún otro proyecto vinculado con el mar. El problema radicaba en que el envolvente del faro se encontraba en zona verde, por lo que no se podía emprender ninguna obra o uso.

La aprobación de las normas subsidiarias del 2020 ha desbloqueado la situación y el Concello encargó ya un proyecto de rehabilitación, «pendiente ahora de los muchos informes sectoriales de distintas organismos y administraciones ya que hay varias afecciones», indicó García Moreira.