La viguesa María Foscaldo es Virtudes, la Repunante que arrasa en Tik Tok

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

M.Moralejo

La periodista triunfa en la red social con 74.000 seguidores de su personaje que con su actitud altiva y criticona, provoca un aluvión de adhesiones a sus andanzas

24 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la cara de hastío universal que ensaya cada día ante el espejo y la cámara del móvil, María Foscaldo (@Meryfos) ha creado a la Repunante, un hilarante personaje que parte de la antipatía para terminar destilando ternura, una señora que parece salir de un armario lleno de bolitas de alcanfor y un saber estar popular que da el opinar de todo sin saber de nada. La periodista viguesa es la primera sorprendida ante la acogida que está teniendo su primera creación propia, con 74.000 seguidores. «Tengo Tik Tok desde el año pasado, pero solo había hecho vídeos de doblajes, que son típicos de esta plataforma. Con contenido propio empecé en septiembre de este año».

María se estrenó con un vídeo en el que encarnaba a una profesora que resumía a pinceladas gruesas las distintas etapas educativas. Se hizo viral con más de un millón de reproducciones y esa inesperada repercusión la llevó a seguir por esa senda absolutamente desconocida para ella. «Le di vueltas pensando qué más podía hacer y se me ocurrió una parodia sobre la típica persona cotilla para la que todo está mal. y nació ella, Virtudes, una repunante en una boda. Hice tres vídeos con la idea de parar ahí, pero como a la gente le gustó tanto, seguí. De eso hace cuatro meses», rebobina.

Desde entonces, la demanda de sus seguidores la lleva a crear contenido casi a diario para alimentar a esa criatura voraz que es internet. O eso intenta. «La gente me escribe, me pide que lleve a la Repunante a lugares o situaciones que me proponen, y a veces, les hago caso», asegura.

María es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago y ha trabajado en varios medios gallegos, es ahora freelance, haciendo colaboraciones en prensa escrita. Empezó haciendo prácticas en el informativo del mediodía de la TVG. «Lo que más me gustaba era la tele, pero lo que me surgió siempre fue en periódicos», explica.

De comunicación sabe bastante, pero desconocía su vis cómica. «De pequeña siempre fui muy payasa. En casa me lo decían siempre y el humor me gusta muchísimo, pero no me había planteado darle salida por otras vías que no fueran las domésticas, porque además, soy muy tímida», reconoce. «En el colegio o en el instituto ni siquiera participaba en las obras de teatro porque me daba mucha vergüenza».

Tik Tok le ha proporcionado el medio ambiente propicio para dar rienda suelta a su sentido del humor sin tener que exponerse. «Yo estoy en mi casa, en bata literalmente, y me grabo. O me pongo el abrigo de pieles y por debajo llevo el chándal para la siguiente escena que he pensado», cuenta. Respecto a su vestuario, desvela que esa bata azul cielo que usa para convertirse en Virtudes sentada en su sofá, poniendo verde a todo aquel que sale por la pantalla de su televisor, es parte del ajuar de su boda, que al fin le ha servido para algo. Lo que la tiene algo preocupada es la sombra de ojos a juego, que su personaje lleva desde que se levanta hasta que se acuesta. «Es de un set de aquellos que te regalaban hace años, y se me está acabando. Espero que haya algo parecido en algún bazar», confiesa.

M.MORALEJO

Foscaldo observa a Virtudes como una espectadora que ve crecer a su personaje, que a veces se le va de las manos y sigue su propio curso vital. «Todos somos un poco repunantes y lo que es cierto es que soy muy observadora, así que salir a la calle es muy inspirador», relata. Lo que más le asombra son las adhesiones que provoca ese carácter que ha creado, una mujer que supuestamente es una antipática a la que nada le parece bien. «Pero lo que provoca es lo contrario. Noto mucho el cariño. Es un personaje que está hecho para caer mal, pero cae muy bien», asegura la viguesa que desde hace unos años, por razones familiares, reside en Vilagarcía. «Pero estoy deseando regresar a Vigo», admite, y disfrutar de su ciudad, «que tiene unas luces que nada tienen que envidiarles a las de Nueva York», dice metiéndose en el papel de Virtudes, con acento marcado y una cara de desaprobación que genera carcajadas. Tras una visita al Marco, en el breve recorrido desde la calle del Príncipe hasta la estación de Vialia, varias personas la reconocen y la paran para felicitarla. «Hay quien me escribe para decirme que comienza el día riéndose con mis vídeos y eso merece la pena», afirma. La humorista no se ve por ahora recorriendo escenarios, pero quién sabe dónde acabará ese gesto adusto.