El acusado de matar en estado ebrio a una madre y sus hijos en un accidente en Salceda: «Bebí un 'gin-tonic' y ya no recuerdo nada, ni si cogí el coche»
VIGO
Alfredo Ledo, para el que se piden 5 años por tres homicidios por imprudencia, alega que no recuerda qué hizo en las tres horas previas al accidente que mató a tres personas. Su analítica de sangre superó ampliamente la tasa de alcohol mínima permitida: 2,49 gramos en sangre
17 ene 2023 . Actualizado a las 16:33 h.Alfredo Ledo, de 33 años entonces, conducía su Renault Mégane por el kilómetro 5,700 de la PO-510 que va de O Porriño a Salceda de Caselas el Día del Padre del 2021. Alcanzó los 128 kilómetros por hora en un tramo limitado a 90. Tal vez alentado por la tasa de alcohol en su cuerpo: 2,49 gramos en sangre. Lo siguiente, a las 21.56 horas, fue invadir el carril contrario y chocar frontalmente contra el turismo conducido por María Luisa, de 39 años, a la que acompañaban sus hijos Daniela y Beltrán, de 13 y 6, respectivamente. Ellos tres murieron en el acto, y Ledo permaneció en coma una semana. Este martes se sentó en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Pontevedra para responder por tres delitos de homicidio por imprudencia que implican una petición de cárcel de cinco años.
Él, primero en declarar en un juicio que este miércoles tendrá su epílogo con las conclusiones de las partes, se escudó en una amnesia absoluta que le impide concretar qué hizo desde las 17.00 horas de aquella tarde y hasta las 21.56 horas, cuando tuvo lugar el accidente. El procedimiento evidencia que recorrió tres bares, pero Ledo dice solo recordar haber visitado el primero, tomarse una copa y, de repente, perder la consciencia sin poder concretar que hizo en las siguientes cuatro horas: «Salí a las 17.00 horas de casa, con un amigo, y fuimos a un bar. Bebí un gin-tonic y ya no recuerdo nada, ni si cogí el coche. Tampoco recuerdo si fui a más bares, ni si llegué a conducir, si estaba con alguien o si hablé con alguien. A lo mejor la copa me sentó mal, no lo sé. Puede seguir preguntándome -le dijo a la fiscal-, que no lo podré aportar nada más».
Agentes de la Guardia Civil de Tráfico relacionan la elevada tasa de alcohol en el cuerpo del acusado con la causa del triple accidente mortal. Afirmaron que previamente visitó tres bares durante cuatro horas y que en el último local se caía al suelo y tropezó con un futbolín, evidenciando estar bajo los efectos de alcohol. Incluso pidió, sin éxito, que alguien le llevara a casa. Nadie se prestó, por lo que Alfredo Ledo decidió subirse a su coche para completar el trayecto él solo. Algunos de esos testigos aludidos por agentes de Tráfico en sus declaraciones de ayer estaban citados para declarar también. «Estaba borracho», «se cayó de culo de un silla con respaldo», «balbuceaba», «le costaba mantener el equilibrio», «estaba apoyado en una barandilla, se calló al suelo y le costaba levantarse», «tropezó con el futbolín y le dio un manotazo con rabia» o «tuve que pedirle que se fuera del bar porque se acercó a mi hermana, menor de edad, para hablar con ella».
Familia rota
Las verdaderas consecuencias del triple accidente mortal de Salceda afloraron al declarar los familiares directos de María Luisa, Beltrán y Daniela. Especialmente duro resultó el testimonio del marido y padre de los fallecidos: «Tuve que irme de España, vivo en otro país. Vendí rápido y mal los negocios para no arruinarlos porque no podía ni salir de casa por miedo a encontrarme con amigos de mis hijos o gente conocida. Mi casa aquí era un sofá, no volví a dormir en la cama que compartía con mi mujer, ni entro en la habitación de los niños, no tengo fuerzas». Igual de duras fueron las declaraciones de los tres hermanos y el padre de María Luisa, que la recordaron como un nexo de unión familiar.
La declaración del único testigo presentado por el acusado, que estuvo con él aquella tarde de bares en Salceda, difiere de la aportada por los más de cinco testigos que presenciaron a Alfredo Ledo balbucear o caerse al suelo al menos en dos ocasiones. Tampoco dieron, aparentemente, resultado los testigos periciales llamados por la defensa de Ledo. Principalmente tres trabajadores del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde ingresó Ledo tras el siniestro, que demostraron que la se cumplió según indica el protocolo la cadena de custodia de la muestra de sangre extraída. Los dos agentes de Tráfico, especialistas en reconstruir accidentes especialmente graves en España, demostraron igualmente que sus sistemas de recreación son empíricos, pese a las preguntas de la defensa de Ledo.
Al finalizar la vista, el hermano mayor de María Luisa, Ricardo Gondell, declaró que la petición de cinco años de cárcel, por tres personas muertas en un accidente causado por un conductor que superaba ampliamente la tasa de alcohol permitida, resulta poco castigo penal a ojos de la familia; sobre todo cuando «hay una sentencia de junio del 2022, hecha firme por el Tribunal Supremo, que condena a un conductor a 10 años de cárcel por circular con 1,93 de alcohol en sangre por causar una muerte en autopista al circular en dirección contraria. Entendemos que algunas sentencias son permisivas y otras se ajustan a los hechos».