Las nuevas interceptadoras llegarán a 55 nudos por hora, que equivalen a 100 kilómetros cada 60 minutos; las actuales, alcanzan 45. A mayores, se fabricarán también en el astillero de Moaña tres patrulleros de altura
23 ene 2023 . Actualizado a las 13:39 h.El narco ha ganado históricamente en punta de velocidad sobre el agua a sus captores en España; otro ejemplo de que los delincuentes van siempre un paso por delante de quienes los persiguen. Galicia no ha sido ni es una excepción, al contrario: su buena reputación en este submundo globalizado va mucho más allá de la pericia de sus lancheros, incluye también la capacidad para construir o rediseñar embarcaciones que son auténticas formulas 1 planeando sobre el agua salada.
El Servicio de Vigilancia Aduanera es el cuerpo especializado en esta actividad criminal que más embarcaciones, y variadas, tiene atracadas a lo largo de las costas gallegas; una flota que será renovada, igual que en el resto de España, a medida que el astillero de Moaña Rodman Polyships entregue de manera escalonada las once nuevas interceptadores y patrulleras de altura adjudicadas en dos contratos con un valor total de 35,4 millones de euros.
Las interceptadoras estarán dotadas de la última tecnología, pero sobre todo, y lo más importante, de una velocidad punta hasta ahora nunca vista. Las embarcaciones de este tipo que Vigilancia Aduanera ya utiliza en España alcanzan un máximo de 45 nudos por hora, siempre que el estado del mar sea óptimo. Ya las nuevas, podrán planear sobre el agua a 55 nudos (100 kilómetros por horas), llegando a 60 si las condiciones de navegación son óptimas; una prestación que permitirá competir de tú a tú con quienes se dedican al tráfico de drogas marítimo.
A mayores, se instalará en cada interceptadora un planta propulsiva compuesta por dos motores diésel de cuatro tiempos de 1.800 centímetros cúbicos cada uno. También se dotarán de sistemas de última generación de navegación y radiocomunicaciones para coordinarse con los medios aéreos de la Agencia Tributaria o del resto de cuerpos policiales del Estado.
Mayor eslora
Las tres nuevas patrulleras de altura encargadas estarán igualmente equipadas con la última tecnología, pero con la diferencia, con respecto a las actuales, que implica añadir tres metros más de eslora, hasta alcanzar los 35. Este mayor tamaño es necesario para disponer de más espacio donde instalar los equipos sin menoscabar la comodidad de los tripulantes.
Vigilancia Aduanera tiene actualmente 40 embarcaciones repartidas por el litoral español para ejercer labores de patrulla, la mayoría en buen estado, aunque otras se jubilarán a corto plazo. Lo que resulta seguro es que la incorporación de las 11 nuevas patrulleras ensambladas por Rodman implicará una reorganización a nivel nacional de la flota.
Fernando Iglesias, responsable del Servicio de Vigilancia Aduanera en Galicia, explica que por ahora no se decidió nada: «Hay que evaluar, a medida que se entreguen, adonde se destinan las nuevas, o si algunas de las que ya tenemos se cambian de destino a medida que se incorporan las de nueva fabricación. Sí sabemos que la entrega de estas 11 embarcaciones será escalonada, y que trabajamos sobre escenarios muy cambiantes: por ejemplo, la situación en Huelva, hoy, no es la misma que hace unos pocos años, igual que ha cambiado en Algeciras. O puede variar en diferentes zonas del conjunto de Galicia. Por eso, hay que esperar a que salgan las nuevas del astillero y finalicen el período de prueba para tomar decisiones, algo que se hará en Madrid».
Lo que sí resulta ya seguro es que los ejercicios de puesta a punto de las 11 embarcaciones nuevas se hará en la ría de Vigo.
Casi igual de rápidas que las más fugaces
Las lanchas Fénix se incorporaron a la flota del Servicio de Vigilancia Aduanera en el 2018 con la prestación de ser bólidos sobre el agua, semirrígidas y cabinadas. Se bautizaron Fénix y se construyeron en un astillero en Italia. Su velocidad punta alcanza los 60 nudos por hora, y coincidiendo con su botadura se explicó que el narco no podría ganar a las Fénix en un esprint. El discurso oficial no iba desencaminado. A los pocos días de llegar dos embarcaciones a la bahía del puerto de Algeciras, y empezar a usarse en el Campo de Gibraltar, una noche, a hurtadillas, varios hombres se acercaron al muelle en una lancha para quemarlas.
Los vigilantes del puerto lograron apagar las llamas antes de que causaran daños irreparables. Cinco años después, la tecnología permite construir interceptadoras, embarcaciones mucho más grandes que las Fénix, con capacidad para navegar a 55 nudos por hora, solo cinco menos que estas semirrígidas.
La flota del Servicio de Vigilancia Aduanera en Galicia
PATRULLEROS DE ALTURA
Vigo, A Coruña y Ribadeo. Tienen capacidad para navegar 300 millas náuticas tres días con nueve funcionarios que disponen de camarotes. La atracada en Vigo se llama Halcón, la de A Coruña, Alcotán, y la de Ribadeo, Alcaraván II. Todas incorporan lanchas semirrígidas más pequeñas para echarlas al agua con grúa.
INTERCEPTADORAS
Vilagarcía, Muros y Marín. Tienen capacidad para cinco funcionarios y adentrarse 100 millas en el Atlántico. Las destinadas en los puertos de Vilagarcía y Marín son modelos Águila, y la de Muros, modelo VA2.