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Aduanas ya dispone del Condor, la primera patrullera capaz de navegar 2.000 millas sin repostar

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO MOAÑA / LA VOZ

SOMOS MAR

Fabricada en Moaña, reforzará la lucha contra el narcotráfico; tiene 43 metros, alcanza una velocidad de 23 nudos y cuenta con dos lanchas rápidas para abordar otros barcos

16 abr 2021 . Actualizado a las 07:35 h.

Vigilancia Aduanera confiscó, a finales de los años ochenta, una embarcación de recreo utilizada por narcotraficantes. El barco, bautizado Yasmine, tenía historia. Originalmente perteneció al magnate griego Aristóteles Onassis y posteriormente pasó por varias manos, entre ellas la del actor Richard Burton. Finalmente, entró a formar parte de la flota de Vigilancia Aduanera con el nombre de Cóndor I, solo para dedicarse a actuaciones especiales y en el más absoluto anonimato. Su tripulación no vestía de uniforme y el barco estaba pintado de blanco, simulando pertenecer a una institución científica. Incluso hubo un Condor III, que en origen tenía por nombre Smith Lloyd Off Cairo. Se traba de un remolcador tipo ‘supply' provisto con dos potentes planeadoras que también fue intervenido a una organización dedicada al contrabando de tabaco. Sus tripulantes estuvieron vinculados con la organización de Sito Miñanco

Aristóteles Onassis fue el primer propietario del Yasmine, que luego pasó por varias manos, entre ellas la del actor Richard Burton. Posteriormente la usaron narcotraficantes, que fueron detenidos y pasó a manos de Vigilancia Aduanera, que la utilizó de forma clandestina simulando que era un barco en misión científica para vigilar las costas de incógnito. Lo bautizaron Condor, luego llegaron más hasta la entrada en funcionamiento del presentado este jueves.
Aristóteles Onassis fue el primer propietario del Yasmine, que luego pasó por varias manos, entre ellas la del actor Richard Burton. Posteriormente la usaron narcotraficantes, que fueron detenidos y pasó a manos de Vigilancia Aduanera, que la utilizó de forma clandestina simulando que era un barco en misión científica para vigilar las costas de incógnito. Lo bautizaron Condor, luego llegaron más hasta la entrada en funcionamiento del presentado este jueves.

Desde entonces, Aduanas reservó el nombre de Cóndor para barcos intervenidos que pasaban a integrar su flota. Al menos hubo media docena de barcos surcando millas haciendo de agente encubierto. Ayer, en Moaña, se oficializó la botadura del nuevo Condor. Inédito por ser el primero rotulado y pintado con el azul corporativo, pero también por su alcance. El resto de patrulleras podrían navegar de Vigo a las Islas Canarias, pero para regresar necesitan repostar. El Condor posee autonomía para zarpar de Vigo, llegar a las islas y regresar a las Islas Cíes sin repostar. O lo que es lo mismo: navega 2.000 millas por sí solo.

Alcanza 23 nudos de velocidad máxima y requiere una tripulación de hasta 14 personas. También ofrece una gran versatilidad en la operativa naval de lucha contra el narcotráfico que desarrolla Vigilancia Aduanera, dado que podrá dar servicio a las bases en patrulla costera cubriendo amplias zonas del litoral, pero también tendrá capacidad para realizar interceptaciones oceánicas. En la popa, con sus elevadores, dos pequeñas lancha náuticas, pero veloces. Capaces de planear a 40 millas de velocidad y dedicadas para desplazarse a los barcos que son objetivo de abordaje. El nuevo Condor se presentó en el astillero que lo ideó y construyó, Rodman Polyships, en un acto con autoridades y organizado por Delegación Regional del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria.

Rodaje en la ría de Vigo

La patrullera, tras unos meses de funcionamiento en el área de Vigo para garantizar sus condiciones de operatividad plena, se irá destinando a distintas bases de referencia durante su vida útil, en función de las necesidades de servicio que existan en cada momento. Este nuevo patrullero cuenta ya con los más modernos medios de navegación y comunicaciones. Estará dotado de un sistema optrónico de última generación para la detección y seguimiento de embarcaciones, así como de un sistema específico de comunicaciones securizadas. Dos embarcaciones auxiliares transportarán desde el buque a las tripulaciones de presa hasta los puntos de abordaje.

De igual forma, ante las situaciones de emergencia humanitaria que se viven en las costas españolas, el Cóndor cuenta a bordo con un sistema de recogida de náufragos que incluye la instalación de zonas de recogida cercanas al nivel del agua para facilitar el rescate. También se ha incorporado al buque un potente cañón de agua contraincendios para apoyar a otras embarcaciones en caso de que sufran un siniestro en el mar. Con esta incorporación, la flota del Servicio de Vigilancia Aduanera suma 47 embarcaciones de distintas clases y esloras. Los buques de operaciones especiales Petrel y Fulmar, de 72 y 61 metros de eslora, respectivamente, el nuevo patrullero de altura polivalente con sus 43 metros, los patrulleros de 32 metros y las interceptadoras de 17 metros, así como diversas lanchas de asistencia y apoyo semirrígidas y similares.