
Nació en los 60 como tienda textil, se transformó en el cambio de milenio en la galería Ad Hoc y desde hace un lustro es Muta, local para eventos que acoge desde ferias profesionales a cine con música en directo
20 may 2023 . Actualizado a las 01:36 h.Mutante es la cualidad que tiene todo aquello capaz de adaptarse. El bajo del número 9 de la calle Joaquín Loriga se ha revelado como un local con esas capacidades especiales. Su demostrada versatilidad ha crecido de forma exponencial desde que comenzó su historia en 1960 con la apertura de Almacenes Bobillo. De aquel comercio especializado en mantas, lanas, zapatillas y género de mercería, cuyo mostrador original preside la entrada, pasó a ser en el 2004 el hogar de una de las galerías más importantes de Galicia: Ad Hoc, con una trayectoria en ferias internacionales y nacionales (una de las consolidadas en Arco Madrid) que se truncó por la deriva de un sector que se ha ido diluyendo poco a poco. María Fálagan fue la creadora de un proyecto nacido en 1990 en un piso de la avenida García Barbón que enamoró a Inés Ramiro, visita tras visita a sus exposiciones por las que pasaron los artistas más destacados del panorama gallego y nacional, hasta que en el año 2000 se lió la manta a la cabeza y terminó siendo su socia.
Cuatro años más tarde se quedó ella sola en la dirección y se mudó al local donde estuvo doce años más, los últimos, junto a su hija, Inés Román, que, como recuerda, «hicimos todo lo que pudimos por seguir adelante, pero con mucha pena, tuvimos que dejarlo atrás y abrir otros caminos», reconoce la bióloga reconvertida en galerista y ahora en gestora de Muta junto a su hermana, Eva.
En el 2017 ambas se embarcaron en el proyecto que cobija un local polivalente donde cabe casi todo. Las fiestas, por ejemplo, no son muy adecuadas para este espacio porque el arte que sigue presente en sus paredes y los muebles de diseño no suelen llevarse bien con celebraciones cuya efusividad nunca se sabe donde puede acabar. «Para eso hay otros locales», razona Inés, que explica que Muta nació dando respuesta a una clientela creciente que quería algo más allá de los salones de hoteles que suelen albergar reuniones de trabajo, eventos privados o abiertos al público, «pero buscaban un espacio con elementos diferenciadores y personalidad».
Los inicios fueron complicados porque cuando estaban empezando a despegar, tras un año dándose a conocer, llegó la pandemia y echó al traste todo el trabajo realizado. El diáfano local de techos altísimos, luz natural e inspiración industrial, tiene entre sus principales usuarias a empresas que lo eligen para sus eventos, desde presentaciones de productos, sesiones fotográficas, conferencias, reuniones con clientes, cursos de formación «o lo que se les ocurra, que para eso estamos, para proporcionarles los servicios que necesiten durante el tiempo en que estén aquí, desde catering a cargo de firmas de hostelería local, material técnico, audiovisual o cualquier detalles que se precise», explican sus responsables.
Pero además, Espacio Muta se diferencia de otros proyectos con similar apariencia en que crean eventos propios, produciéndolos en solitario o en colaboración con otros. Es el caso de EntreViños, feria de productores de vinos encuentro que organizan con la traductora especializada en el sector vinícola Iria Taibo y el sumiller del restaurante Lume de Carozo, que dirige el Instituto Galego do Viño. Con ellos arrancaron en el 2019, pero tuvieron que saltarse dos cosechas por culpa del covid, que suplieron con catas puntuales hasta que se normalizó la situación. Después fueron construyendo una historia en la que hay un poco de todo. Destacan ciclos de proyección de cine mudo con música en directo a cargo de la formación clásica Caspervek, que en verano se mudan al ámbito campestre de la Fundación Sales. También han cobijado eventos pop up exclusivos de firmas de moda como Nude Project y Arizona Vintage. La Xunta de Galicia, Bimba y Lola, Cervezas Alhambra, varios laboratorios farmacéuticos, el chef Rafa Centeno con estrella en Maruja Limón para una experiencia con productos del Gerés, Pereira con su recetario en formato almanaque, la organización del festival O Marisquiño para una cita con los medios de comunicación y muchas otras empresas locales han pasado por este espacio que ejerce de mutante y exhibe ahora el arte de la diversidad y la capacidad de transformarse.
Entre los próximos eventos, avanzan que este otoño van a dar la campanada. «Pero hasta aquí podemos contar», asegura Inés Román, entusiasta en su nuevo papel como gestora de eventos aunque echando de menos aquellos años del bum del mercado artístico que se evaporó.
Desde 1960
Dónde está
Calle Joaquín Loriga, 9. Vigo