María Araújo: «El Celta es mi casa, va a estar ahí para lo que sea y no descarto nada»

X. R. C. VIGO / LA VOZ

VIGO

Janos Vajda | EFE

La pívot desestimó la oferta de renovación del Girona y no buscará destino hasta diciembre

26 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

María Pérez Araújo (Vigo, 1997) tomó una decisión de lo más valiente: en pleno proceso de recuperación de su rodilla, rechazó una oferta de renovación del Girona por dos años. La ala-pívot viguesa, que se rompió el ligamento cruzado anterior el pasado mes de marzo (era su segunda lesión consecutiva en la misma rodilla), ha decidido centrarse en la recuperación en Valencia hasta el mes de diciembre y después jugar en un equipo en donde tenga minutos importantes para poder estar en los Juegos Olímpicos de París.

—¿Cómo evoluciona de la lesión de rodilla?

—La rodilla va bien, poco a poco, con pacienciña, pero bien.

—Girona le ofrecía dos años de renovación y lo descartó, una decisión valiente. ¿Cuál fue el motivo?

—A casi todo el mundo le ha sorprendido la decisión. Me ofrecieron esos dos años de renovación y pensando un poco en el segundo año. Hablando con ellos, hicieron equipo para el año que viene y el hueco para el cuatro está muy ocupado; además, está la recuperación de Irati (Etxarri) y, entonces, les dije que me objetivo es ponerme en París, en los Juegos Olímpicos, y para ello necesito minutos el año que viene.

La posibilidad de jugar en Girona se complicaba en cuanto a minutos. El club fue sincero y me dijo que el equipo esá hecho y que era complicado tener minutos.

—¿Qué tiene en la cabeza: fichar ahora por algún otro club o esperar a diciembre?

—Voy a esperar al mercado de diciembre para fichar. Les dije que si decía que no a Girona no era para irme, sino para esperar. Ahora me quiero centrar en la rodilla y en la recuperación y luego, ya en diciembre, buscar un equipo en donde haya la opción de jugar minutos.

—¿La idea es jugar en un equipo seis meses y después fichar por un grande o piensa en otra cosa?

—Dependerá un poco de cómo se da la situación. Igual hay un equipo de los de arriba que por lesiones o cambio de jugadoras necesitarían apostar por un cuatro y ya puedo seguir la siguiente temporada, pero, sobre todo, quiero buscar un equipo donde tener más minutos sea más fácil y después, ya irá en función de cómo esté yo y cómo responda la rodilla. De cara al siguiente año, buscaría otro equipo. Creo que dependerá un poco de todo, no solo de mí, sino de cómo estén los demás también.

—¿Se podría dar el caso que el equipo fuera el Celta?

—Sí. Yo con Cris siempre estoy hablando. Cuando hablo del Celta, siempre digo que estoy muy pendiente de ellos y ellos de mí. Los he seguido durante toda la fase de ascenso y me han dicho que el Celta es mi casa y que si algún momento quiero o necesito encontrarme cómoda, entrenar o lo que sea, que el Celta va a estar ahí para mí y no se descarta nada.

—¿Cómo tiene planteados estos meses de recuperación?

—Estoy en Valencia por el tema del fisio y el preparador con el que estoy trabajando y mi idea es quedarme, centrarme solo en la rodilla y en mí y estar al 100 % con el proceso, que creo que ya consume suficiente energía como para estar a más cosas.

—Al ser la segunda lesión casi consecutiva, ¿cambió el proceso?

—Iniciar la recuperación en Valencia va en ese sentido. Necesitaba a nivel mental cambiar y que no fuera en Girona para no repetir lo de la primera lesión. Hablé con gente del baloncesto, me recomendaron estos profesionales y por eso estoy en Valencia, para hacerlo bien y con calma, no tener prisas y que sea la rodilla la que ponga los tiempos, sin depender del nivel del equipo ni de las dinámicas de grupo.

«No quiero ponerme fechas en la cabeza, es algo que he aprendido de la otra vez»

María Araújo dice que vive un poco cansada en la actualidad. El gimnasio es su centro de operaciones y la rodilla responde, pero no quiere marcarse plazos para el regreso.

—¿Qué está haciendo ahora?

—Musculándome. Metiéndome horas y horas de gimnasio. Ahora estamos en la etapa de hipertrofia, que al final es que el músculo vuelva a crecer y vuelva a igualarse con la otra pierna. Vivo un poco cansada, porque es un proceso de levantar muchos kilos, pero, por suerte, la rodilla no está dando quejas ni molestias y estoy contenta.

—¿Tiene fecha para comenzar a trabajar en la cancha?

—Es algo que he aprendido de la otra vez. No quiero ponerme fechas en la cabeza. Los profesiones saben los tiempos y yo confío plenamente en ellos. Dependerá de si la rodilla no da ninguna queja, y será la semana que se ha puesto, o si hay una semana un poco floja, será la siguiente. El tema es ir siguiendo los plazos. Biológicamente, la rodilla necesita el tiempo que necesita.

—¿Qué sensaciones tiene ahora?

—Muy buenas. El nivel de operación esta vez ha sido bastante más agresiva, no solo fue la operación del cruzado, sino que intentaron atar cabos por los lados y la rodilla está respondiendo muy bien, no se está hinchando, no hay líquido, la musculatura está creciendo, los suplementación está funcionando y parece que todo va bien. Estoy contenta.

—¿También habrá un trabajo preventivo de cara al futuro?

—Lo tuve con la otra recuperación y hay que volver a hacerlo ahora. El final es lo que se ve, cuando volvemos a pista, pero hay mucho trabajo detrás de físicos, psicólogos, nutricionistas. Es el resultado de todos ellos.

—¿Cómo lo llevó anímicamente?

—Desde hace años, trabajo a nivel psicológico la exigencia profesional deportiva y con la lesión, no iba a ser menos. Estoy trabajándome bastante, porque el cuerpo sigue sus tiempos, pero la cabeza es la que nos engaña y está bien trabajarla e intentar que los momentos de frustración sean los menos posibles y se puedan controlar. Yo siempre digo que hay el entrenamiento del cuerpo y de la cabeza. Al final tienes que enseñar a la rodilla a que tiene que hacer eso y a la cabeza, que debe confiar.