El premio Nobel de Economía participó en el Global Summit de Zona Franca
27 jun 2023 . Actualizado a las 22:09 h.Paul Krugman tuvo que rectificar su postura, hace ahora casi un año, sobre el plan de rescate en Estados Unidos y sus consecuencias inflacionarias. Se posicionó con «el equipo tranquilo» y apostó por que este paquete de medidas no implicaría un aumento agudo del coste de la vida. Pero el rumbo de la economía, finalmente, llevó al premio Nobel de Economía a desdecirse. Y así lo hizo sin ruborizarse: «Me equivoqué». Krugman, natural de Albany, tuvo la oportunidad de volver a pronunciarse ayer en el Auditorio Mar de Vigo sobre el rumbo actual de la inflación: «La situación se está normalizando», sostiene ahora.
El distinguido por el Banco de Suecia dirigió la conferencia Auge y declive de la inflación durante la pandemia en el congreso Global Summit, organizado por la Zona Franca. Habló durante una hora milimetrada y sin atril (esto último por decisión propia) sobre las consecuencias económicas derivada de la pandemia del coronavirus, que considera toda una crisis. Krugman sostiene que el alza de precios actual, tanto en Estados Unidos como en Europa, es «más severa» de lo que él mismo pensaba, pero descarta que lo que venga después del 2023 pueda ser tan desastroso como la recesión económica que golpeó a los Estados Unidos en la década de los setenta. «Aquella inflación quedó impregnada en la economía de entonces. No creo que ocurra lo mismo hoy en día».
A Paul Krugman simplemente le hicieron falta cuatro diapositivas, cuatro estadísticas, para defender su tesis sobre el alivio inflacionista. Todas ellas coincidían en que la economía de los Estados Unidos (su charla en Vigo evidenció que es el mercado en el que se siente más cómodo) alcanzó su pico inflacionista en el semestre de enero a junio del 2022. «Soy optimista con las posibilidades de que controlemos el aumento de precios».
Krugman reconoció que «cuando echemos la vista atrás, nos daremos cuenta de que la inflación no supuso un cambio importante a la hora de tomar decisiones políticas». «Lo que hacen gobiernos de todo el mundo, que es enfriar la economía, no es algo erróneo», añadió.
El neokeynesiano también analizó el notable aumento de la deuda pública ante el auditorio vigués, un hecho que sufren los sistemas estadounidense y español, lo que le valió para realizar una comparativa. Pero Krugman explicó que estas obligaciones económicas no se encuentran en su lista de diez máximas preocupaciones. Sí lo están el cambio climático «y el influjo de las ideas populistas en todo el mundo».