El chófer de un bus escolar afronta cárcel y 10.300 euros por acoso sexual a la cuidadora de los niños en Vigo

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

Imagen de archivo de la Cidade da Xustiza, en Vigo.
Imagen de archivo de la Cidade da Xustiza, en Vigo. M.MORALEJO

El conductor verbalizaba sus fantasías sexuales con la acompañante del autocar, a la que piropeaba como «una tía de bandera», y le ofrecía dinero por sexo

03 jul 2023 . Actualizado a las 13:14 h.

El chófer de un autocar escolar de una empresa con sede en Mondariz afronta cuatro meses de prisión, dos años de alejamiento y 810 euros de multa por el supuesto acoso sexual y coacciones a una compañera que hacía servicios de acompañamiento en su misma ruta. El juicio se celebrará el día 5 en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo. El fiscal pide que indemnice con 9.500 euros a la víctima por daños y perjuicios, ya que ella cogió siete meses de baja por ansiedad, necesitó tratamiento de salud mental y sufre secuelas de estrés postraumático. Entre multas y compensaciones a la víctima, se enfrenta al pago de 10.310 euros en total.

Según la Fiscalía, la empleada se quejó reiteradas veces al chófer porque le molestaban sus comentarios lujuriosos e insinuaciones de carácter sexual que él le dirigía desde que ella empezó a trabajar en enero del 2022. Los profería de forma «habitual y reiterada, dada la inevitable proximidad física que había entre ambos». Tras dos meses de asedio, el implicado le ofreció en marzo billetes de 20 o 25 euros porque, según dijo, era la tarifa que una profesional cobra por un servicio sexual.

Incluso la llamó fuera del horario laboral para preguntarle dónde estaba y que, si se acercaba al lugar dónde estaba él, «iba a disfrutar». Tras las quejas, la compañía cambió de ruta a la cuidadora y abrió expediente al chófer.

Según la Fiscalía, el conductor le comentó una vez que se notaba por su «cara alegre» que ella había tenido relaciones completas esa noche. Otra vez le dijo, supuestamente: «Te puedo hacer la vida fácil porque te puedo dar dinero». También se refería a la compañera de trabajo como «una tía de bandera» y verbalizaba sus fantasías sexuales con ella. Describía todo tipo de detalles sobre cómo realizaría él ciertas prácticas y posiciones sexuales con la acompañante del autocar. Otras veces, hacía referencia a sus atributos masculinos.