Esperanza Arrondo, la polifacética artista que traza pasos de ballet con pintura

valeria salazar VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

Recién cerrada su academia de baile tras 50 años, inaugura una exposición de cuadros y prepara un libro en homenaje a su marido, recién fallecido

19 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras su jubilación como profesora de danza el año pasado, Esperanza Arrondo (Vigo, 73 años) se ha dedicado a la pintura y la escritura, dos facetas que lleva desarrollando desde pequeña. Su padre, Ignacio Arrondo, tenía una confitería y cafetería, pero su verdadera vocación era la pintura, algo que le transmitió a su hija. «Era amigo de Luis Torras de José Otero Abeledo, el conocido Laxeiro, y era muy bueno, llegó a ganar varios premios y algunas de sus obras están en el museo de Castrelos expuestas, y en varias enciclopedias», comenta. Todo lo que ella sabe de pintura lo aprendió de su padre, cuenta. Pero su principal vocación siempre fue el baile.

Hace un año que cerró su escuela de danza, EIA, en Vigo, porque no podía hacerse cargo de ella a tiempo completo, que era lo que le gustaba. Así se terminaron 50 años de trabajo. «Se acabó la escuela, se acabó Esperanza Arrondo y se acabó su estilo. El que venga después, que hay gente muy válida, tiene que luchar por su nombre», explica.

Ahora, Esperanza Arrondo inaugura en Sabarís una exposición de pintura, La ciudad y mis sueños (mercado multiusos, hasta el 31 de julio) de la que dice que se debería titular Mi ciudad y mis sueños, ya que es una visión intimista de cómo percibe Vigo y lo que significa para ella. Su faceta de pintora no solamente se vuelca en sus exposiciones. Ha escrito libros y también los ha ilustrado. Los denomina «poemas complementarios».

Su próximo lanzamiento, en noviembre, también contará con ilustraciones propias. Tiene un significado especial, ya que es un homenaje a su esposo, recién fallecido. «El libro va sobre las despedidas y sobre el amor, no solo el amor pasional, sino de cómo lo quiero y lo quería», explica. Tras más de 50 años de matrimonio, la autora creó un libro ilustrado con poemas alegres con fondo, a modo de regalo.

Tiene varios libros publicados, ha ganado premios y esta no es su primera exposición de pintura. Siempre ha practicado todas las disciplinas, ya que para ella parten de lo mismo. «Para mí, está todo unido, porque los trazos de la pintura son como pasos de ballet», explica. De hecho, en su escuela de danza, Arrondo tenía un cuarto donde pintaba entre clase y clase, y un despacho para poder escribir, al que llamaba «el zulo». Todo estaba unido.

Esta escuela, regalo de su marido, «fue mi vida entera». A través de ella, explotó todas sus venas artísticas. «Siempre hice los decorados, los murales de casi once metros, a veces los trajes y las propias historias que se representan, ya que yo prefiero inventarme las historias», explica

Esperanza Arrondo trabaja actualmente en otro libro sobre «sobre lo que significó para mí que saliera gente brillante de una pequeña ciudad como Vigo».