Noche al raso para conseguir una entrada de Alejandro Sanz en Vigo: «He pagado a mi hijo para que haga cola»
VIGO
Los fans del cantante llevaron mesas y sombrillas para ser los primeros de la fila. El artista tocará en Castrelos el 27 de julio
14 ago 2023 . Actualizado a las 18:48 h.La Praza do Rei se mantuvo en calma durante el día del jueves, salvo por una esquina donde se congregaron varios grupos de fans de Alejandro Sanz, que ofrece un concierto el próximo jueves 27 de julio en el auditorio de Castrelos. Es la esquina donde está la taquilla en la que se despachan las entradas. «Fuimos las primeras en llegar aquí», aseguró Puri, una de las seguidoras. La mujer, apasionada de la música del cantante desde los 90, llegó el jueves a las puertas del Ayuntamiento a las 14.00 horas. Las entradas salieron este viernes a las 9.30 horas. La entrada para el graderío de Castrelos es gratis, solo hay que pagar (15 euros) para verlo desde la platea.
La organización es clave. «Hemos creado ocho turnos de relevo para que haya siempre alguien aquí esperando», explica Puri. Junto con su hija, Alicia, estaba dispuesta a pasar la noche a la intemperie con tal de conseguir la codiciada entrada. Su hija no comparte el mismo nivel de pasión que su madre, pero se ofreció a acompañarla.
En el extremo de la cola se sentaba un grupo numeroso de mujeres con sillas, provisiones y una cantidad enorme de merchandising del madrileño. «Somos las meigas de Sanz», proclama Vanessa, miembro del club de fans del cantante. La asociación, con casi 50 miembros en Vigo y reconocimiento oficial, trazó un plan completo para comprar entradas con las que abastecer a todo el club. Algunas de ellas estaban en camino desde Madrid para acudir a la cita con el cantante.
El trabajo no iba a ser un impedimento. «Salí de mi turno por la mañana y vine para aquí. En cuanto consiga la entrada iré a trabajar de nuevo», comenta Carmen, otra de las meigas. Ella utilizó todos los medios a su disposición para ganar la batalla por las entradas. «He pagado a mi hijo para que haga cola conmigo. Solo así conseguiremos entradas para todas nosotras», razona. Como cada individuo solo puede adquirir dos tiques, necesitaron reclutar a personas ajenas a la asociación.
Cada una de ellas tenía sus razones para seguir al cantante. Andrea enseña el tatuaje que lleva en el hombro. «Es el autógrafo que me hizo Alejandro en Madrid. Me lo tatué de inmediato», explica. Es fan desde los 90 y entre las preferidas de su repertorio están Lo ves, Pisando fuerte y Mi persona favorita.
Las meigas confiesan que su contienda no ha hecho más que empezar. «El martes comenzaremos a acampar en Castrelos para conseguir la primera fila en el concierto del jueves», asegura Vanessa. Pasarán dos días y dos noches a las puertas del auditorio con tal de tener de frente al malagueño. «Y cuando este termine, nos vamos para el siguiente concierto, en Santander», añade.
En otro punto de la cola del Ayuntamiento, un grupo de adolescentes montaron su campamento a las 15.00 horas. Una mesa, cuatro sillas y una sombrilla fueron suficientes para hacer frente a las largas horas de espera. «Lo hacemos por nuestros padres, que son los verdaderos fans de él, pero no pueden venir por temas de trabajo», indica Noa. «Hablad por vosotros, yo soy fan desde siempre. Mi padre me lo pone desde pequeña», reprocha Carmen, una amiga suya, que desea escuchar Capitán tapón en directo, el tema que Sanz dedica a su hijo Dylan.
Todos los fans aglomerados en la plaza se pusieron de acuerdo en que Corazón partío es el tema que les hace más ilusión escuchar en Castrelos.
El del jueves será el cuarto concierto del malagueño en Vigo, tras sus actuaciones pasadas en Balaídos, el Ifevi y Samil. Para el recital de Castrelos se ponen a la venta este viernes 5.000 entradas a un precio de 15 euros, con las que se espera completar el aforo. Se reparten la mitad en un turno de mañana y la otra mitad en turno de tarde; y la mitad online y la otra mitad presenciales. «Ha estado muy mal gestionado por parte del Concello», señala Andrea. La meiga de Sanz lamenta que se hubiera anunciado la venta de entradas con tan solo una semana: «No es suficiente para un concierto de este tipo».