Los controles por la visita del Papa a Portugal comienzan sin grandes atascos en Tui

VIGO

Mónica Torres

La GNR identifica a los conductores que entran al país y las colas superaron en algunos momentos de la mañana los tres kilómetros de largo. El viejo Puente Internacional sin retenciones

22 jul 2023 . Actualizado a las 19:24 h.

Esta medianoche la Guardia Nacional Republicana de Portugal comenzó con los controles de fronteras por la visita del Papa a Lisboa en el puente que conecta Tui y Valença do Minho a través de la A-55. Miles de conductores ya lo han podido comprobar esta mañana con retenciones que superaban los tres kilómetros de largo. Los agentes de la GNR paran a los conductores para identificarlos a su entrada a Portugal. De todas formas, el dispositivo fue bastante fluido y, en buena parte de la mañana, el paso fue bastante ágil.

Algunos conductores optaron por desviarse de la vía rápida y cruzar el Miño a la antigua usanza, atravesando el viejo Puente Internacional. Por ese camino no se instaló ningún control y los conductores pueden volver a incorporarse a la autopista tras los controles.

Sin embargo, los controles están siendo intermitentes a lo largo del día. A las 15.00 horas no había ninguna parada de la GNR en el puente y los coches lo cruzaban sin interferencias.

Fotograma de la cámara de la DGT en el Puente Internacional a las 15.04 horas
Fotograma de la cámara de la DGT en el Puente Internacional a las 15.04 horas DGT

Desde hoy hasta el día 7 de agosto, el puente de Tui será uno de los nueve pasos autorizados en Galicia por el Gobierno de Portugal para entrar al país. En la provincia también están autorizados los puentes que unen Salvaterra do Miño y Arbo con Monção y el que conecta Tomiño con Vilanova de Cerveira.

Estos controles se deben a la Jornada Mundial de la Juventud que se celebra en Lisboa y que transcurrirá durante la primera semana de agosto con la visita del papa Francisco a Lisboa, Loures, Fátima y Cascaes.

Menos colas que en 2017

No es la primera vez que la GNR instala controles en la frontera por la visita del Papa a Portugal. En 2017, por una visita del pontífice a Fátima, el cierre de fronteras atrapó a miles de conductores en el que era entonces el único acceso autorizado de la provincia de Pontevedra. La autovía A-55 colapsó con grandes colas y los usuarios tuvieron que esperar más de una hora para poder entrar en el país luso en hora punta. Este año parece que la situación se ha normalizado mejor con tres accesos más abiertos al tráfico en toda la provincia.

Circulación fluida sin ningún parón en los pasos de la provincia de Ourense

Imagen de archivo del paso fronterizo que separa los municipios de Oímbra y Chaves
Imagen de archivo del paso fronterizo que separa los municipios de Oímbra y Chaves Miguel Villar

En los distintos pasos fronterizos que separan Ourense de Portugal, la circulación ayer fue completamente fluida y normal. Cruzar de Baltar a Montealegre (Vila Real) o de Oímbra a Vila Verde da Raia (Chaves) fue posible sin tan siquiera disminuir la velocidad del coche y no había ni rastro de los controles de documentación que la policía portuguesa anunció que pondría en marcha.

El Consejo de Ministros luso decidió extremar las precauciones y la seguridad en las fronteras con España debido a la visita del papa Francisco, que pasará cinco días en el país, del 2 al 6 de agosto, con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud. Se informó de que la guardia portuguesa iba a situar controles en los pasos y de que los ciudadanos que quisieran cruzar a territorio vecino, incluidos los menores, deberían identificarse con el pasaporte o con el documento nacional de identidad. La previsión era instalar un total de 21 puestos de control de documentos a lo largo de los 1.234 kilómetros que separan España y Portugal con el fin de garantizar la seguridad del pontífice, que estará en Lisboa y pasará también por Cascaes, Lourdes y Fátima. Los registros, que se prolongarán hasta el 7 de agosto, debían comenzar en la madrugada del sábado pero en lo que respecta a Ourense no fue así y no hubo movimientos fuera de lo habitual en los pasos que separan la provincia de Portugal.