Descenso de vértigo en O Marisquiño, desde O Castro hasta O Berbés

david sánchez VIGO / LA VOZ

VIGO

Óscar Vázquez

Varios competidores tuvieron problemas con las rampas: «¡Paradlo, se van a hacer daño!»

15 ago 2023 . Actualizado a las 01:45 h.

Los ciclistas de O Marisquiño agarraron fuerte los manillares para llevar a cabo un descenso que dejó sin aliento a todos los asistentes. En el punto más alto de O Castro, el piar de los pájaros fue sustituido por los silbatos que anunciaban el paso de un nuevo rider y por los drones teledirigidos que registraban sus maniobras. Hicieron varios entrenamientos hoy desde las diez de la mañana, hasta llegar a la prueba final de las 17.45 de la tarde. La ruta, que terminaba en la plaza de O Berbés, es única en el mundo por la manera en la que combina elementos naturales con parajes históricos de la ciudad.

No hubo ningún accidente grave, pero los ciclistas tuvieron que hacer frente a varios problemas durante la jornada. «Las últimas rampas no están muy bien puestas. Ya se han roto dos ruedas», comentó Diego Freire, del equipo TM Sport. Además, algunas de las rampas se aflojaron, provocando que los ciclistas se golpearan contra las vallas. «¡Paradlo, se van a hacer daño!», exigía una de las asistentes a los técnicos del festival, pese a la probada destreza de los participantes. Consiguieron avisar al resto de deportistas a tiempo para que entraran en la rampa con prudencia.

«Lo están haciendo todos muy bien, a pesar del polvo que está haciendo más difícil el descenso», comentó Manuel Vaqueiro, campeón de la Copa de España Enduro. El vigués había participado en el descenso hasta 2019, cuando decidió limitarse a disfrutar como espectador. Aún así, es capaz de reconocer el talento de los ciclistas: «Diría que el portugués José Borges está yendo un poco más rápido que el resto, pero habrá que esperar a la final». Sus predicciones no fallaron, y Borges se acabó colocando en el primer puesto.

Además del descenso, otras categorías anunciaron también las primeras puntuaciones de los jurados. En la modalidad de dirt jump, el polaco Dawid Godziek obtuvo el segundo puesto en semifinales, colocándolo un paso más cerca de convertirse en campeón mundial si mantiene su marca en la final de mañana.

Samil vivió una jornada de gran afluencia, con la presencia de familias y turistas que se acercaron a los recintos. Se temía que la huelga de los trabajadores de Vitrasa afectara a la asistencia al evento, pero los servicios mínimos, generalmente, solventaron la situación. «A pesar de algún retraso pequeño, no ha habido ningún problema», comentó Bboy Orus, que utilizó el transporte público para llegar a la competición de breakdance. Añadió que le pareció ver más público que el año pasado, aunque no diera esa impresión: «En la última edición se aglomeraba mucha gente en un espacio pequeño, y parecía que eran más».

Los riders que asistieron sin pensar en competir echaron en falta algunas de las categorías que no se han incluido este año, como el trial. Esta disciplina consiste en saltar de obstáculo en obstáculo con una bicleta. «La gente alucinaba con nosotros, no conocían está modalidad y les parecía increíble», asegura el moañés Lucas González. Desde que se eliminó la categoría no ha vuelto a participar en O Marisquiño.