Las playas no solo son para el verano

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

Varios arenales del entorno de Vigo gozan de protección por sus grandes valores ecológicos

18 sep 2023 . Actualizado a las 09:39 h.

Ahora que se repliegan las sombrillas y que el moreno de la piel torna hacia las blancas tonalidades invernales puede ser un buen momento para apreciar las playas de una forma distinta, como interesantes lugares que van más allá de un buen baño de agua salada o de sol.

Los arenales de las islas Cíes son las que gozan de una mayor protección, no en vano, está incluidas en el Parque Nacional das Illas Atlánticas. Figueiras-Muxieiro, Bolos, Nosa Señora y, sobre todo, Rodas presentan unas condiciones distintas a otros arenales de Vigo y su entorno. Sus arenas finas y su color claro son el resultado de continuos cambios del nivel del mar. Conforman un ecosistema extremadamente frágil que requiere la actual protección que ofrece el parque nacional. En Rodas y Figueiras-Muxieiro se añade la presencia de complejos dunares, con una fauna y, sobre todo, una vegetación muy especializada. En la página web del parque nacional se resalta la barra de arena de Rodas, que actúa como puente entre dos islas y que ayudó a conformar, hace unos 700 años, el Lago dos Nenos. De momento, se mantiene el transporte a las islas, aunque siempre hay que realizar las reservas con antelación.

Arenales encadenados

Al otro lado de la boca norte de la ría de Vigo comienza la península de O Morrazo. En ella está la zona de especial protección del complejo dunar de Hío y la Costa de Soavela o también llamada de A Vela. En el tramo correspondiente al interior de la ría se suceden los arenales de Nerga, Viñó y Barra, que durante el verano sufren una alta presencia humana, lo que no ayuda, si no se pone cuidado, a su conservación.

Las dunas de estas tres playas escalan hacia la carretera que lleva a Donón, entre pinos marítimos y piñoneros, que conforman una espacio de enorme belleza. Este espacio natural protegido continúa, por la costa, hasta la playa de Melide, un paraje situado frente a las Cíes de 250 metros de longitud. Red Natura 2000 continúa protegiendo esta parte de O Morrazo por la costa hasta Punta Couso. Es posible recorrer todos esos lugar por una senda que va desde Cangas hasta O Facho, en Donón.

Ya hace años que la Unión Europea impulso el proyecto Red Natura 2000 con el objetivo de conservar la biodiversidad y los hábitats esenciales para las especies autóctonas, tanto vegetales como animales. Bajo esa etiqueta se abriga la Ensenada de San Simón, sobre la que se vuelcan los municipios de Vilaboa, Redondela y Soutomaior. Este espacio protegido es eminentemente marino, pero también acoge arenales tan interesantes como el de Cesantes, una lengua de arena que parece querer alcanzar las islas de San Simón y San Antón. Es en ese espacio donde se concentra gran parte de un importante hábitat intermareal que, como su nombre indica, permite observar, con calma, los cambios que se producen con los cambios de mareas.

A todo este espacio se le suma el extraordinario valor de diferentes especies avícolas. Desde la Red Natura 2000 calculan que en este espacio viven 26 especies protegidas, la mayor parte avícolas. Durante los períodos migratorios, la Ensenada de San Simón ve aumentar el número de aves, ya que actúa como un área de servicio para las aves que cambian estacionalmente de territorio.

Para conocer bien la zona hay que realizar varios recorridos que abarcan los distintos municipios del fondo de la ría. No hay que olvidarse de visitar las salinas del Ulló, en Vilaboa, otro espacio de enorme interés medioambiental.

Regresando al territorio continental del municipio de Vigo, la playa de O Vao merece una atención especial. Tras mucho tiempo de continuas agresiones, en los últimos años ha sido posible su recuperación, especialmente en lo relacionado con su espacio dunar, lo que le ha valido ser catalogada como declaración de Espacio Natural de Interés Local. Con la recuperación regresaron especies pérdidas cuando aquella playa tenía un campo de fútbol y aparcamientos para vehículos. Y lo mejor es que la playa, como lugar de ocio, ha salido ganado.

A Ramallosa y las islas Estelas, con territorio en Nigrán y Baiona, es actualmente un zona de especial conservación. Mientras que las Estelas no son de fácil acceso, sí se puede pasear por el entorno de la playa de A Ladeira. El arenal, que cuenta con un complejo dunar, está asociado a la marisma de la desembocadura del río Miñor, donde viven diecisiete especies protegidas. El carácter marismeño aporta una singularidad a este espacio, que se puede recorrer sin gran esfuerzo.

Último tramo del Miño

El recorrido por las playas de la zona dotadas con medidas de protección medioambiental concluye en la desembocadura del río Miño. Desde la playa de O Muíño, en A Guarda, se puede apreciar uno de los humedales más importantes de la Península Ibérica debido a que allí confluyen dos ecosistemas, el fluvial y el marítimo. Esa característica le ha valido estar incluido en la Red Natura 2000 en la lista de zonas de húmedas de Europa y Norte de África, al tiempo que es una zona de especial protección para las aves y zona de especial protección de los valores naturales.

En la ruta desde la parroquia de Salcidos se localizan varios observatorios de aves en esos últimos kilómetros de la desembocadura. La senda cuenta con paneles informativos relativos a la importancia del estuario, la fauna, la vegetación y los aspectos ecológicos.