El Concello de Vigo anuncia en la fuente-pantalla de Rosalía el festival de jazz que suprimió en el 2019

VIGO

El ornamento audiovisual que costó 40.000 euros emite imágenes turísticas de Vigo y promociona eventos culturales caducados o inexistentes
01 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El festival internacional de jazz de Vigo ImaxinaSons, fue suprimido por el Concello en el 2019, dos años después de que el alcalde, Abel Caballero, inaugurase la rotonda dotada con una pantalla LED para proyecciones audiovisuales y formato circular en la confluencia de las calles Serafín Avendaño y Rosalía de Castro, con la que ponía la guinda al pastel de la humanización de la citada vía. «Prepárense, nunca vieron nada igual», advertía.
Un lustro después de la puesta en marcha de ese elemento decorativo, el gobierno local proyecta ahora anuncios de la actividad cultural de Vigo que ya no existe. Actualmente se puede ver, por ejemplo, la programación de VigoCultura, pero no la que va a venir, sino la que ya pasó. Y también promociona la que no va a llegar nunca, como el festival de jazz que el propio Concello decidió dejar de apoyar tras celebrarse su edición decimocuarta. El año anterior, en la edición del 2018, perdió el nombre para convertirse en Festival de Jazz de Vigo, sin el apellido ImaxinaSons. Caballero dijo entonces que el certamen era el primero de una nueva era bajo esa nueva denominación, iniciando «una nueva senda como festival con entidad propia para responder a la enorme afición al jazz que hay en Vigo. Tenemos que hacer emerger y hacer muy visible esa cultura», afirmó entonces. Y después, desapareció.
La asociación Europe Jazz Network lo destacaba como certamen con un interesante programa de doce días de duración que ofrecía «el mejor jazz europeo con especial atención a los músicos de la península».
El fantasma del ImaxinaSons emerge ahora en una fuente vacía con 20 chorros que no funcionan y una pantalla led de cinco metros de contorno en la que tampoco se han cumplido los fines anunciados, como la proyección de películas o de partidos de fútbol. «Cuando jueguen el Celta y el Dépor, y el Celta gane 4 a 0 pondremos los cuatro goles en la pantalla durante todo un año seguido», prometió el regidor asegurando que la fuente «está dando la vuelta al mundo porque es una idea brillante», llegó a afirmar.
En este ornamento tecnológico, «símbolo de modernidad», según Caballero, el gobierno local invirtió un total 40.000 euros solo en la pantalla (el coste global de la humanización fue de 750.000 euros). Desde su puesta en marcha emite básicamente imágenes turísticas de la ciudad, información sobre el tiempo y mensajes con las letras al revés, pasados de fecha o mal configurados al no estar pensados para pantallas circulares. Es el caso de la campaña del 2018 sobre los vuelos desde Peinador: «Vigo, conexión al mundo», que también se sigue emitiendo en esa pantalla con una imagen contraída que devuelve al espectador un lema sin sentido: «Vi coon al mil mundo» (sic).
La constante presencia de agentes de la Policía Local que vigilaban a todas horas la rotonda cuando comenzó a funcionar se ha quedado en anécdota, una más de las que acumula como cuando se convirtió en el hogar de una familia de patos hasta que fueron atropellados.
Lo que sí es cierto es que ha supuesto un beneficio para los negocios del entorno, según la opinión de los propios hosteleros de la zona, que acogieron la atracción como un revulsivo que animaría al consumo. Lo curioso es que a esas vistas se ha ido sumando el proceso de construcción del ascensor Halo, que impresiona visto desde ese punto de la ciudad en una toma en contrapicado.
La desaparición del festival de jazz de Vigo dejó a la ciudad sin la última de las citas musicales fijas que tenía, tras la desaparición del Are More de clásica y ópera, el de música latina Para Vigo Me voy o el Vigo Transforma, que solo llegó a celebrar dos ediciones en la ciudad y luego se trasladó a otras localidades de la provincia.