Fuera de la carrera olímpica, impugnó el acuerdo de la RFEV, a la que acusa de trato de favor hacia Xammar, que se quedó su material
05 oct 2023 . Actualizado a las 21:18 h.Nico Rodríguez asume que no estará en la carrera por los Juegos de París. La Federación Española de Vela se reúne mañana para confirmar los equipos que siguen en le pelea, pero desde principios de septiembre, el vigués y su compañera Silvia Mas saben que de su descarte por fuentes federativas, de ahí que impugnasen. El medalla de bronce en Tokio denuncia parcialidad a favor de Jordi Xammar y Nora Brugman y acusa a los responsables de la RFEV de no cumplir los criterios estipulados. Asimismo, desveló un enfrentamiento con Xammar, su compañero en el anterior ciclo olímpico, que se apropió del material que tenían.
«Nos han engañado en cuanto al proceso de selección». Ahí puso el foco Nico. Porque desde la Federación Española le repitieron de un modo machacón que el único objetivo del Mundial de La Haya era clasificar al barco para el país, un reto que incluso está plasmado por escrito en un correo.
En base a este precepto, la pareja formada por Nico y Silvia Mas centró la estrategia del último día en la clasificación del barco, arriesgando en la medal race cuando lo tenían todo a favor; de hecho, se pasaron buena parte de la semana de regatas del Mundial por delante de Xammar y Brugman, que finalmente, fueron plata.
A estos resultados y a un top-5 mundial de los dos últimos años, que no contempla el reglamento, se agarró la Federación para aplicar la denominada Opción 2 de los criterios de selección y otorgar directamente la plaza a la embarcación rival. La norma en cuestión habla de una diferencia en los resultados y en el rendimiento abtenidos por los distintos integrantes del equipo olímpicio, una valoración que para el vigués «no se ajusta a normativa».
En la alegación presentada ante la Federación Española de Vela pidiendo su restituticón en la carrera olímpica, Nico Rodríguez recurda que los dos equipos tuvieron la consideración de Grupo 1 y que el rendimiento en el Mundial no fue tan diferente. «Llegamos al último día cuartos, el otro equipo era séptimo y, tras la última jornada, terminamos undécimos, pero a tan solo 18 puntos del tercero».
Llegado a este punto, denuncia lo que considera un engaño de la Federación al repetir que lo importante era clasificar el barco y que luego se entraría en la carrera por la plaza en el 2024. De haber sabido que no era así, —explican— «en ningún momento hubiésemos tomado estrategias distintas al otro equipo, sino que nos hubiésemos mantenido con ellos para evitar grandes diferencias de puntos».
Además, tampoco se tuvieron en cuenta dos hechos extraordinarios: el nacimiento de su hijo, al que tuvo que dejar a los 10 días, y el fallecimiento de su padre dos días antes del Mundial. «En la ducha me ponía una música que me hacía recordarlo, lloraba y luego a competir», comentó.
Contencioso con Xammar
A todo esto hay que añadir un contencioso con Xammar que no solo conocía la Federación Española, sino que pidió aparcar. Su «hermano» durante cinco años se quedó con el material del anterior ciclo. El catalán lo recogió antes del día pactado, Nico reclamó un inventario que nunca llegó, la mediación de la Federación fue demasiado lenta y la salida fue una reclamación por vía judicial.
Curiosamente, una vez descabalgados del ciclo olímpico, la RFEV les propuso que fueran sparring de la pareja elegida, algo que descartó Nico, igual que reclamar su derecho olímpico por la vía ordinaria.
«Voy a seguir navegando, no me paso a la odontología»
Nico Rodríguez no se baja de la vela. Aunque ahora quiere descansar, no descarta volver a la pelea por una plaza olímpica para los próximo Juegos. «Voy a seguir navegando, lo que no voy a hacer es pasarme a la odontología (su profesión)», dijo entre risas al ser preguntado por su futuro.
Para seguir en la vela sabe que su reclamación puede pasarle factura de cara al futuro. «Estoy agitando el avispero y a veces te pueden picar, pero yo tengo la conciencia tranquila», comentó el vigués, que pese a todas las injusticias, no tuvo reparo alguno en felicitar a los rivales cada vez que le ganaron en las regatas. En caso de seguir en la carrera olímpica, no se vería más presionado.