Los mosquitos tigre acribillan a los vecinos de Tirán: «¡Es un martirio!»

Monica Torres
mónica torres MOAÑA / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Residentes en la parroquia de Moaña no salen de casa o lo hacen solo con repelente

08 oct 2023 . Actualizado a las 11:47 h.

«Hay que aprender a vivir con el mosquito tigre, pero ¡es un martirio!», explica Digna García, mientras muestra cómo se han cebado estos insectos con su brazo esta semana. «El 90 % de los vecinos de Tirán ya han sufrido alguna picadura, y los del barrio de Vilela, todos», apunta Amable Santos, que es su marido y además el expresidente de la asociación de vecinos. A él no le producen tanta reacción como a su mujer, pero todos cuentan ya en casa con algún tipo de remedio casero para aliviar los picores. Algunos, directamente, ya no salen al jardín desde hace semanas y hay quienes solo lo hacen protegidos de arriba abajo por repelente. Aprieta de nuevo el calor y el temido cínife tiene a los vecinos de Tirán acribillados.

Cuando en agosto se detectaron los primeros ejemplares de esta especie que puede transmitir enfermedades como el dengue, casi no había en las horas centrales del día ni entraban en las casas, pero la situación se ha complicado mucho en la parroquia, que también denuncia la acumulación de vertidos y estancamientos de agua «que favorecen la proliferación de los mosquitos de siempre y de estos». «El biólogo nos dijo que se reproducen en aguas estancadas y aquí tenemos hasta fecales porque está roto el caño den saneamiento y estas condiciones anti higiénicas influyen en su proliferación», advierte Amable mientras recorre su barrio de Vilela.

Indica que el jueves acudieron al Concello de Moaña para reclamar el arreglo de las filtraciones y el análisis del agua de la fuente de Vilela, «porque la usa todo el mundo y no sabemos si podemos seguir bebiéndola con tranquilidad debido a las filtraciones».

«Non sabes nin por donde che veñen e xa estás picada. Hasta na cabeza, e, depois do picor aínda che queda costra varios días», lamenta Pilar Bouvela.

Hay casi tantos remedios como afectados. Desde hielo a aloe vera, ajo, alcohol, vinagre… pero ninguno evita varios días de molestias, según la sensibilidad de cada uno. La madre de Silvia, otra vecina de la zona, a tratamiento con Sintrom, tuvo que volver este jueves a urgencias «porque cada vez que le pican se le produce un gran hematoma y cualquiera herida se le infecta». Mientras lo cuenta, en su casa de Tirán entró un mosquito que picó tanto a ella como a su marido antes de que este lo mataran. «Uno de los días que fui a cortar el césped me encontré después con más de 25 picaduras en ambas piernas. Usamos repelente siempre y aún así casi siempre toca una picadura diaria como te quede alguna zona sin cubrir», señala Silvia. Sus hijas ya no pudieron salir a la finca desde que se detectaron los primeros ejemplares en agosto y tanto ella como su marido solo salen de noche porque es cuando no hay. «El común no me pica, pero este sí y es una quemazón insufrible. No lo sientes en el momento, pero justo después ya hincha y te quedan moratones, no hay crema que calme el picor», ratifica Silvia. Es una de las familias que ha tenido que cambiar sus hábitos.

«Estamos afectados todos, no solo en Tirán si no en otras parroquias», apunta María Faltri, vocal de la asociación de vecinos. El foco que está trayendo más problemas a algunas familias, «hasta el punto de no poder salir de sus casas o tener una vida normal, porque estos mosquitos han conseguido acceder ya al interior de sus casas y matan de media una decena al día es el cámping de Tirán, que es donde más proliferan». «Esta gente tiene también trampas puestas por la universidad y se detecta que la población sigue en ascenso y que, con esta humedad y calor va a seguir así, incluso alertando de que octubre es uno de los meses más propicios para este tipo de plagas», confirma.

Casetas para repoblar con murciélagos, evitar el estancamiento de agua y los vertidos

Los vecinos asumen que han de aprender a convivir con el este cínife pero también ponerle freno a una población que se multiplica, «especialmente con estas altas temperaturas y en el entorno de zonas con luz de amplio espectro como las instaladas en el entorno de la carretera general», sostienen. Por ello en la último reunión acordaron solicitar a las administraciones medidas encaminadas a la repoblación de los murciélagos, «ya que es una especie depredadora de insectos y antes había muchos en la zona», señala Santos.

La lluvia o el agua estancada y la subida de las temperaturas crean las condiciones ideales para que eclosionen las larvas. La época de máximo apogeo de estos pequeños vampiros llega a finales de agosto y septiembre, aunque varía según la climatología, según evidencia la proliferación en pleno otoño por el calor extremo.

«La repoblación de murciélagos es una medida para combatir, no tanto al mosquito tigre, porque su actividad es diurna, aunque sí se pueden encontrar en el amanecer y el anochecer, como al común, que es una plaga que ya veníamos sufriendo desde hace unos años y se estaba convirtiendo en un problema bastante agudo», señala María Faltri. Entre las medidas que se plantean, además de la instalación de puntos de anidamiento para murciélagos, estudian «la reducción de la contaminación lumínica que tenemos a causa de la carretera, porque la población de mosquitos ha crecido mucho en estos dos últimos años y es posible que los murciélagos hayan cambiado sus ubicaciones».