El centro de salud de Lavadores lanza un plan para reducir la obesidad en los niños
VIGO
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Organiza intervenciones con niños de 9 a 12 años que superan los umbrales y con sus familias. «Un niño con sobrepeso no tiene que ser un adulto con sobrepeso»
29 oct 2023 . Actualizado a las 20:45 h.El centro de salud de Lavadores está desarrollando un programa para combatir el sobrepeso y la obesidad entre los niños. El personal sanitario selecciona un grupo de chavales de 9 a 12 años y, acompañados de sus familias, acuden a seis talleres, uno por semana. En estas sesiones grupales, hacen dinámicas para conocer las claves que llevan a organizar mejor la alimentación y a consolidar unos hábitos de vida saludables.
«Ya tuvimos un primer grupo y fue muy bien, llegamos a los objetivos que nos habíamos marcado; la semana que viene empezamos otro grupo», explica el nutricionista Manuel Portela, que desgranó esta semana en el programa Las voces de tu ciudad, de Radio Voz, las claves de esta iniciativa, que no existe en otros centros de salud de Galicia. «El fisioterapeuta les da nociones de cómo mantener una actividad física en casa; el nutricionista trata distintos aspectos: cómo organizar un desayuno, cómo ir a comprar, cómo aumentar la densidad nutricional de un menú...», detalla.
En el proyecto participan varios especialistas. Uno de los elementos fundamentales es la enfermería pediátrica. «Tenemos información de los niños desde pequeños por los controles de salud. Ahí tomamos las medidas antropométricas, como el peso, la talla o el perímetro abdominal. A partir de ahí salen los percentiles y podemos ir viendo la progresión de los niños», explica la enfermera Mónica Reboreda.
Para ellas, estar en los percentiles más altos, o incluso salirse de las tablas, ya aporta información. Pero sobre todo, se trata de observar una tendencia. Con esa información, y con los antecedentes familiares de exceso de peso, en un primer momento seleccionaron a unos 60 niños. Después se redujo la lista. A partir de ahí, se establecieron prioridades entre los niños y se organizan los grupos por cuestiones logísticas.
Una de las claves de este programa, bautizado Móvete cos nenos, está en que los sanitarios no intervienen solo con el niño, sino con toda la familia, entendiendo por tal las personas que se suelan encargar de la alimentación del menor. Con esa idea, cuando en la primera sesión se toman las medidas antropométricas y, por ejemplo, se sube al niño a la báscula, también se sube a sus padres. «Que sea en grupo y que sea en familia relaja mucho y quita estigmas», dice Portela, el nutricionista. El grupo les permite naturalizar una realidad que a veces es difícil de llevar, resolver dudas comunes y quitarle presión. También ocurre que si un niño no quiere probar un alimento y los otros sí lo han hecho, es más fácil.
La edad de inicio, entre los nueve y los diez años, es un momento en el que ya se puede generar un cambio que haga revertir la situación de sobrepeso. Es un rango en el que los niños ya empiezan a participar más en las decisiones sobre la alimentación y pueden ser conscientes de que necesitan cambios. «Un niño con sobrepeso no tiene por qué ser un adulto con sobrepeso», advierte Portela.
«La obesidad no existe de bebé, empieza en el momento en el que el niño empieza a comer», reflexiona la enfermera Reboreda, «a partir de los cinco o seis años ya se empieza a notar, pero a los nueve o diez tiene una manifestación grande». Esta profesional ha visto a niños echarse a llorar en consulta porque no eran capaces de adelgazar, ante la vergüenza que les producía tener que desnudarse delante de otros en un vestuario para hacer deporte. «Son niños que comen bien y mal a la vez», explica: en los colegios en general llevan una dieta equilibrada, pero eso provoca que las familias en casa presten menos atención.
Las investigaciones van en esa dirección. El informe Aladino, que estudió la obesidad en niños españoles de 6 a 9 años hace cuatro años, descubrió que el 23 % presentaban sobrepeso, y el 17 %, obesidad. Es decir, la mitad de los niños de 6 a 9 años españoles están por encima de lo recomendable. Para medirlo, hay que calcular el índice de masa corporal (el peso dividido entre la altura al cuadrado); si el resultado está entre 25 y 30, hay sobrepeso; por encima de 30 es obesidad. El límite del sobrepeso en una persona que mida 1,70, por ejemplo, es de 72 kilos.
Revisiones
Con los colegios también están trabajando. Dentro del programa, imparten charlas en centros educativos y esperan que pronto se sumen más a la lista.
El programa consiste en seis sesiones, pero continúa. Porque a los niños se los cita a revisiones de seguimiento, cuatro veces en el primer año. Ahí se puede estudiar si los hábitos van por buen camino y si, aunque sea lentamente, la tendencia es buena. Manuel Portela cree que otros centros de salud podrán incorporar este programa con los resultados de Lavadores.
Los nutricionistas no saben si seguirán en los centros de salud el próximo año
A finales de diciembre del año pasado, el Servizo Galego de Saúde incorporó nutricionistas a la atención primaria en diciembre del año pasado. El plan duraba, de entrada, un año, aunque posibilidad de prórroga. A menos de dos meses de que el plazo expire, los nutricionistas no saben nada acerca de si van a continuar. «No tenemos noticias oficiales», dice Manuel Portela, a quien sí le gustaría seguir ejerciendo en la sanidad pública. Actualmente es el nutricionista de referencia en los centros de Lavadores, Matamá y López Mora. Portela asegura que confía en que el programa continúe, ya que en Lavadores hay un grupo multidisciplinar de profesionales involucrados en la nutrición.