Cocineros de Vigo se ponen a caldo en el programa de Chicote: «¡En siete años no habéis quitado la mierda de la campana, guapa!»

La Voz VIGO / LA VOZ

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Alberte, Casa Luisa, Mala Sangre y La Central presumen de tener el mejor marisco en el nuevo programa del famoso cocinero y acaban enfrentados por la calidad del producto, el precio y la higiene

11 feb 2024 . Actualizado a las 00:58 h.

Cuatro restaurantes de Vigo se han puesto a caldo en prime time. Alberte, Casa Luisa, MalaSangre Wine & Bar y La Central Gastro se han tirado los tratos a la cabeza en el nuevo espacio del cocinero Alberto Chicote en La Sexta, Batalla de Restaurantes, al que fueron invitados para ponerse a prueba y decidir en cuál de ellos se prepara el mejor marisco, icono de la gastronomía de las Rías Baixas. «Está soso», «la cocina está sucia», «sabe a cebolla y no a pescado», «estas almejas no están abiertas en la salsa ahora»... Decidieron soltarse ante las cámaras que situaban sus negocios en el escaparate nacional.

El formato del programa es sencillo. Los cuatro propietarios, acompañados por Chicote, visitan los negocios de sus adversarios, donde se les sirve un primero, un segundo y postre. Al terminar de comer, puntúan el local teniendo en cuenta el espacio, la cocina, el servicio, el precio y el marisco, que es protagonista en este capítulo. Los cocineros se sientan en la mesa acompañados por el cocinero Alberto Chicote, que también puntúa de forma individual la experiencia.

El primer restaurante sometido a la batalla fue Alberte, del chef Alberte Gutiérrez. Su dueño demuestra ante las cámaras de LaSexta su obsesión por el producto, la materia prima, y parece sorprendido cuando su compañera Claudia Alfonso, de Casa Luisa, le echa en cara que no detecta el sabor del pescado porque se camufla con el de las patatas y las cebollas. Además, David Couñago, de MalaSangre, denuncia que no tiene todos los alimentos empaquetados y etiquetados, como dicta la regulación. Apenas han pasado cinco minutos del programa y el espectador ya puede sorprenderse con el ojo crítico de este último cocinero. De nada le valió a Alberte su cariño por la excelencia del producto u ofrecer una experiencia gastronómica íntima ya que le ponen de nota media un 6,8.

A continuación, Batalla de Restaurantes acude al Casa Luisa, situado en el Arenal, con 17 años de experiencia y superviviente de un incendio en el 2017. El concepto es familiar y Claudia Alfonso presume orgullosa de que lo que ellos sirven es comida gallega tradicional, sin florituras. De hecho, insiste en el sentido que tiene para reconocer si una almeja es babosa o fina. En el letrero del local se puede leer: «Pescados y mariscos de la ría». Esto terminará pasando factura a los dueños, ya que sus contrincantes suspenden la experiencia en este local por servir un chipirón patagónico sin advertirlo previamente. La responsable se disculpa ante ellos y lo tilda como «un fallo de comunicación». Otro detalle que no gusta a los participantes es el hecho de que Casa Luisa tenga una bandeja de almejas abiertas desde la noche anterior y que se las hayan servido cocinadas a la marinera, en vez de haber preparado una elaboración en la que lo bivalvos se abriesen en la propia salsa. El propio Chicote se detiene a criticar este detalle. Finalmente, los adversarios puntúan la comida con un 4,4. No ha aprobado.

El tercer participante es David Couñago, del Malasangre Wine & Bar. Omar Fares, de La Central, y Chicote tendieron puentes entre el nombre del restaurante y el polémico carácter de su dueño. El restaurante fue distinguido por su arroz en el 2019, aunque para el dueño del local de O Casco Vello no fue para tanto: «El mío está igual o quizás mejor», dijo. El comentario despertó el enfado de Couñago, que se acercó a la mesa para decirle que quizás el que no tenía paladar era él. Alberte y Claudia Alfonso se quedaron indiferentes con la decoración del local, ya que les pareció más bien un sitio «para tomarme una copa» y «sobrecargado», con «falta de clase y elegancia». Solo pareció agradarles el postre que imitaba una manzana asada. Su puntuación fue un 5,8. 

Especialmente tenso fue el enfrentamiento entre David Couñado y la responsable de Casa Luisa hacia el final del programa, después de haberse echado en cara mutuamente que habían trazado una estrategia para ganar. «Yo sé diferenciar lo quemado de la grasa. Tu incendio fue hace siete años, en siete años no habéis tenido tiempo para quitar la mierda de la campana, en siete largos años. Multiplica 365 por 7, guapa». Ella respondió: «No me faltes al respeto». Y él insistió: «Guapa». 

Finalmente, los participantes acudieron a conocer el negocio de Omar Fares, La Central, en la plaza de la Constitución. A raíz del pique por el arroz, el dueño del MalaSangre pidió una elaboración con carabinero y cuando se lo sirvieron se cachondeó del plato. «Arroz rojo, rojo es. Cuando llegó a mesa fue un flash de rojo que pensé que tendrían que cambiar la iluminación», describió Couñago. Chicote también se sorprendió por el color. Obtuvo un 5,3 de media en su puntuación.

El ganador del concurso resultó el restaurante Alberte, si bien antes del término del programa los contrincantes acusaron al dueño de haber trazado una estrategia silenciosa y de doble cara para finalmente resultar vencedor.